El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 275

Camila regresó a la familia Guerrero, y Violeta salió a recibirla con anticipación. —Señorita Sofía, ¿ya ha regresado a casa?

Desde que Camila nació con una marca de nacimiento en la cara, siempre la llamaron "la fea". Si hubiera sido otra chica, seguramente se habría sentido acomplejada, pero Camila era optimista y alegre, por lo que los sirvientes de la familia Guerrero la querían mucho.

Camila abrazó felizmente a Violeta.—¡Violeta, ya volví! Hoy invité a dos personas a pasar el rato, quiero tratarlas muy bien.

Camila hizo énfasis en la palabra "tratarlas".

Violeta, contenta, respondió: —¿Son amigas de la señorita Sofía? Debemos hacer que la señorita Sofía tenga más amigas.

En ese momento, un carro de lujo llegó. Dos personas bajaron del vehículo: Ana y Elena, las invitadas.

Ana y Elena habían llegado.

Camila sonrió y pensó: Justo de quienes hablaba, ahí están.

Era la primera vez que Ana y Elena visitaban la familia Guerrero. Ambas se habían arreglado cuidadosamente, querían causar una buena impresión en Sofía.

—Elena, ¿cómo crees que es Sofía?

—No sé cómo es Sofía, pero sé que a Anita le va a gustar mucho.

Ana se sintió muy feliz, pero al instante se quedó paralizada al ver a Camila.

Ana, sorprendida, exclamó: —¿Camila, qué haces aquí?

Elena también mostró mucha incredulidad. —Camila, este es la familia Guerrero, ¿cómo es posible que estés aquí?

Ana y Elena jamás imaginaron que se encontrarían con Camila en la familia Guerrero.

Violeta reaccionó inmediatamente: —Ella es...

Camila la interrumpió. Miró a Ana y Elena y dijo:—Sí, este es la familia Guerrero, ¿adivinen cómo es que yo estoy aquí?

Ana, desconcertada, preguntó:—¿Eres...?

Ana y Elena comenzaron a atacar verbalmente a Camila.

Violeta temblaba de rabia. Al principio, pensó que esas dos personas eran amigas de la señorita Sofía, pero ahora se daba cuenta de que eran como dos perros salvajes, atreviéndose a ladrarle a su señorita.

Si no fuera porque la señorita Sofía la había detenido, ya habría llamado a los guardaespaldas.

Camila, completamente tranquila, les preguntó: —Entonces, ¿qué están haciendo ustedes aquí en la familia Guerrero?

Ana, orgullosa, respondió: —¿Nunca has oído hablar de Sofía, la hija menor de la familia Guerrero? Hoy Sofía nos invitó a su casa.

—¡Vaya!—Camila exclamó, sorprendida y con envidia.—¿Qué? ¿Sofía las invitó a la familia Guerrero?

Ana y Elena alzaron la cabeza con orgullo, luciendo satisfechas.—Camila, ¿te da celos? Sofía es la hija más mimada de la familia Guerrero, y nos invitó a pasar el rato.

—Nosotras jugamos con Sofía, mientras que tú, la fea, solo puedes jugar con Raquel, la de campo. Qué pena, ¿no?

Violeta estaba a punto de rodar los ojos. Se encontraba completamente sin palabras.