El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 421

Este era un video ambiguo con matices sexuales.

Cuando llegó el sonido ambiguo, Héctor inmediatamente entendió de qué se trataba y lo apagó al instante.

Héctor envió un mensaje a Falric: —Estás buscando problemas.

Falric respondió entre risas: —Héctor, ya tienes novia, también deberías aprender de las experiencias, ya es hora.

Héctor respondió: —¡Vete!

Falric no se atrevió a enviar más mensajes.

Héctor comenzó nuevamente a investigar a este Padrino Fantasma, sin darse cuenta, había pasado media hora, Héctor estaba acostado en la cama con los brazos debajo de su cabeza, con la mente en desorden, sin saber en qué pensaba.

Antes, su corazón estaba tranquilo.

Pero después de conocer a Camila, se sintió un poco perturbado.

Como si estuviera poseído, Héctor sacó el teléfono y abrió el video.

En la habitación contigua, Camila y Fernanda ya estaban acostadas, charlando.

Camila preguntó: —Fernanda, ¿cómo ha estado la señora Juliana últimamente?

Fernanda asintió: —Muy bien, desde que la última vez que trajo medicinas del hospital, se ha sentido mucho mejor y más animada.

Camila se tranquilizó un poco, esas medicinas eran importadas y ella había conseguido que Joaquín se las diera a Juliana al precio más bajo, por lo que ellos todavía no lo sabían.

Parece que esas medicinas eran muy efectivas, pero eso no sería suficiente para retener a Juliana.

—Fernanda, cuando apruebes el examen de ingreso al IES Federico Luzán, podrías quedarte en mi casa, mi casa está cerca de IES Federico Luzán.

Juliana solo podría aguantar hasta que Fernanda terminara la secundaria obligatoria, y una vez que Juliana muriera, ¿qué haría Fernanda?, vivir con Héctor siempre sería incómodo.

Camila quería reconocer a Fernanda como su hermana menor, a su padre le encantan los talentos y Fernanda es talentosa, a su padre también le gustaría mucho.

Fernanda sonrió: —Camila, en la preparatoria puedo quedarme en el internado, de hecho, soy muy independiente.

Camila se acercó a su cama. —No me voy, ¿por qué me echas? ¿Qué tienes realmente en tu teléfono? Déjame verlo.

Camila extendió la mano para tomar su teléfono.

Héctor, resignado, dijo: —...Camila, eres una chica, ¿cómo puedes simplemente entrar al cuarto de un hombre?

Héctor no quería darle el teléfono, pero Camila fue rápida y se lo arrebató.

—¿Estabas viendo un video? ¿Qué video es este?

Camila se sentó en la cama y abrió el video.

Héctor estaba al borde del colapso.

Héctor cerró los ojos y se recostó de nuevo, resignado. —Bueno, deja que lo vea.

Los limpios y claros ojos oscuros de Camila se contrajeron repentinamente, ella miró a Héctor sorprendida. —¡Héctor, no puedo creer que estuvieras viendo este tipo de videos! ¡Eres demasiado pervertido!