El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 449

Ana, en un momento de pánico, exclama: —Yo...

De inmediato, Ana dirige su mirada hacia María.

María responde sin demora. —¡No es Anita! ¡Soy yo! ¡Yo fui quien contactó con el hombre de la cicatriz y planeé este secuestro!

Raquel observa a María, quien ha tomado la iniciativa, evidenciando la desesperación que comparte con Ana.

Para proteger a Ana, María asume toda la responsabilidad.

Raquel sonríe con desdén. ¿Es esto amor de madre?

¿Por qué?

Aunque María es la madre biológica de Raquel, trata a Ana como si fuera su propia hija. ¿Qué ha hecho para merecer tal afecto?

El ser tratada de esta manera por su propia madre, hiere profundamente a Raquel.

Todos miran asombrados a María. —Señora María, ¿fue realmente usted?

Camila interviene con ira. —Señora María, Raquel es tu hija biológica. ¡Y sin embargo, contrataste a alguien para secuestrarla, deseando dejarla muerta! ¡Estás loca!

María, sorprendida por la revelación del plan, no puede permitir que Ana sea expuesta. Si se descubriese, su reputación se vería arruinada y no podría justificarse ante Alberto. Por eso, asume sola toda la culpa.

María mira a Raquel y confiesa. —Raquel, lo siento, soy tu mamá, no fue mi intención lastimarte.

Raquel responde con una sonrisa fría. —¿Mamá? Recuerdo que hace mucho tiempo tú y doña Sara me desheredaron. Siendo tu hija, siendo parte de la familia Pérez, probablemente ni siquiera sé cómo moriré.

Camila reprocha. —Raquel te considera su familia y ustedes desean su muerte. ¿Acaso son humanos?

El público murmura. —¿Qué estaba pensando María? ¿Cómo puede existir una madre que contrate a alguien para secuestrar a su propia hija y adore a la hija de otra persona?

Ana, estupefacta, mira hacia Alberto, incrédula. —Alberto, ¿es verdad lo que dice? ¿Sabías que esta memoria USB era falsa?

Alberto confirma, mirando a Ana. —Sí, lo sabía.

Cuando Alberto se encargó del hombre con la cicatriz, ya había revisado todo meticulosamente, incluidas las cuentas bancarias.

Por tanto, cuando Luis mencionó que la memoria USB contenía registros de transacciones, él ya sabía que era falsa.

Luis estaba fingiendo, manipulando a Ana y a María con una memoria USB vacía.

Esta vez, aunque Ana y María manejaron las pruebas con cuidado, desafortunadamente se encontraron con Luis y Alberto, quienes juntos revelaron la verdad.

Ana está a punto de colapsar, mira a Alberto. —Alberto, ¿de qué lado estás realmente? ¿Por qué te unes a él para ir en contra de mí?

Raquel sonríe con desdén. —Ana, ¿qué significa ir en contra de ti? ¿No es que supuestamente no sabías nada de esto, que todo fue hecho por señora María por ti? Entonces, ¿por qué estás tan alterada?