Resumo de Capítulo 489 – Uma virada em El CEO se Entera de Mis Mentiras de Internet
Capítulo 489 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de El CEO se Entera de Mis Mentiras, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Triángulo amoroso, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Francisco se giró y vio a Alberto: —Jefe, ¿necesita algo más?
Alberto, aún inquieto, siempre percibía que algo malo estaba a punto de suceder; apretó ligeramente los labios: —Ve a ver cómo está Raquel…
Antes de que Alberto pudiera terminar su frase, Ana soltó de pronto un grito de dolor.
Alberto se levantó asustado: —Ana, ¿qué sucede?
—Alberto, me duele el corazón.
El cuerpo de Ana se debilitó y cayó directo en los brazos de Alberto.
Francisco se acercó apresurado: —Jefe...
Ana, aún mirando a Francisco y viendo que él iba a hablar de nuevo, con rapidez levantó la mano y agarró el cuello de Alberto: —Alberto, me duele demasiado el corazón, llévame pronto al hospital.
Ana puso su mano sobre su corazón: —Aquí me duele y es muy incómodo, casi no puedo casi que respirar.
Alberto preocupado levantó a Ana en brazos: —Ana, te llevaré al hospital ahora mismo.
Alberto se llevó corriendo a Ana en brazos.
...
Camila había llegado a toda prisa ya al apartamento de Laura. Estaba a punto de levantar la mano para llamar a la puerta, pero de pronto la puerta del apartamento se abrió sola.
Camila, llegando jadeante, entró de inmediato: —¡Raquelita, Laura! Raquelita, Laura, ¿dónde están?
El apartamento estaba silencioso y en completo desordenado, pero ni Raquel ni Laura estaban a la vista.
Camila se sintió muy inquieta; Raquel había llegado antes que ella, pero no había rastro alguno de ninguna de las dos.
Camila entró en pánico y sacó su celular para llamar a Alberto.
El tono melódico del teléfono sonaba, pero nadie contestaba. Camila, angustiada, dijo: —¡Alberto, por favor, contesta el celular! Raquelita está en problemas, ¡el bebé de Raquelita está en peligro! ¡Alberto, contesta el celular!
Pronto, una voz femenina fría y mecánica respondió del otro lado: —Lo siento mucho, la llamada que intenta hacer no puede ser atendida en este momento, por favor intente llamar más tarde.
Alberto no contestó el celular.
Camila estaba a punto de enloquecer, en una situación tan crítica en que Raquel y su bebé estaban en peligro, Alberto no respondía.
Camila volvió a marcar: —Alberto, el niño que Raquelita lleva es tuyo, si algo les pasa a Raquelita y al niño, te arrepentirás toda la vida de loque hiciste. ¡Contesta el teléfono ahora, maldita sea qué estás haciendo!
Alberto aún no respondía, y de nuevo la voz fría y mecánica del otro lado dijo: —Lo siento, la llamada que intenta hacer no puede ser atendida en este momento, por favor intente llamar más tarde.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: El CEO se Entera de Mis Mentiras