El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 511

Héctor miró a Rodrigo y lo llamó, —Director Rodrigo.

Rodrigo es el director, y Héctor su estudiante, todos los conocen.

Rodrigo asintió con la cabeza y luego extendió su mano hacia Camila, —Camila, ven a casa conmigo.

Camila miró a Héctor, ella había planeado que Héctor la llevara a casa, pero ahora que Rodrigo estaba aquí, tenía que irse con Rodrigo.

Camila se acercó a Rodrigo.

El señor Rodrigo miró a Héctor y le dijo amablemente, —Héctor, ya es muy tarde, vamos juntos, te llevaré a casa primero.

Héctor rechazó, —Gracias, iré por mi cuenta.

Rodrigo asintió, —Entonces ten cuidado en el camino, llámame si necesitas algo.

Después de decir esto, Rodrigo se giró llevando a Camila consigo.

Camila se volteó para mirar a Héctor y, con tristeza, le hizo un pequeño adiós con la mano.

Héctor se quedó de pie viendo cómo Camila se alejaba.

...

Camila y Rodrigo se sentaron en un lujoso carro, el chofer conducía al frente, Rodrigo dijo, —Sofía, dime, ¿cuál es exactamente tu relación con Héctor, están saliendo?

Camila se sonrojó, pero admitió con franqueza, —Papá, me gusta Héctor.

Rodrigo: —Eso es una tontería, Héctor y tú no son compatibles.

Camila se sorprendió, —Papá, ¿tienes algún prejuicio contra Héctor? Lo sabía, tú también lo miras de manera diferente!

Rodrigo dijo: —Sofía, no estoy hablando del origen de Héctor, este chico es extremadamente talentoso, cuando sacó el primer lugar en los exámenes, fui personalmente a invitarlo, yo valoro mucho el talento, ¿cómo podría ver a Héctor de manera diferente?

Antes le había preguntado a Héctor si le gustaba y él no quiso decirlo.

Estrictamente hablando, ella aún estaba en la fase de intentar ganarse a Héctor, aunque había habido algunos momentos ambiguos entre ellos, parece que Héctor aún no había confirmado una relación de noviazgo con ella.

Pero, ella sentía que él definitivamente la quería.

Ahora su boca aún sentía hormigueo, hacía poco él la había besado intensamente, y al final, incluso la mordió un poco.

Todavía podía sentir el tacto en la palma de su mano, ardiente.

Rodrigo continuó: —Sofía, ahora has crecido, has llegado a la etapa de tener relaciones amorosas, no me entrometeré, pero también deberías preguntarle a Héctor qué piensa.

—No menosprecio el origen de Héctor, al contrario, me gusta mucho, he oído que incluso ahora está trabajando en varios empleos, frecuentando lugares complicados como sitios de construcción y bares. Así que, te propongo algo, yo pago, y lo contratas como tutor en casa, y eventualmente lo pondré a cargo de la empresa de la familia Guerrero, para que sea el gerente general.

Camila quedó estupefacta, mirando a Rodrigo con asombro: —Papá, ¿hablas en serio?