—Que quede claro: mi interés en financiar la empresa de tu hermano es algo personal. El hecho de que Diego sea mi amigo es algo irrelevante. ¿Así tiene más sentido?
Gabriel en definitiva sabía cómo usar las palabras a su favor. Sus argumentos eran tan convincentes que Sofía no podía encontrarles falla alguna.
Aun así, esa extraña corazonada no desaparecía.
—¿Todavía no te convence del todo? —insistió Gabriel.
—Es que no sé cómo explicarte lo que siento.
Gabriel achicó un poco los ojos.
—¿O acaso estás tratando de conectar mis acciones con Diego de alguna forma? ¿Crees que hago esto solo para provocarlo?
—No, no es eso —respondió Sofía.
Incluso si Gabriel quisiera oponerse a Diego, necesitaría una razón válida.
La gente no hace cosas inexplicables sin motivo aparente.
Y considerando lo unidos que eran Gabriel y Diego, si estuviera enojado, sería mucho más fácil resolverlo a golpes que complicarse con tantos rodeos.
Con ese razonamiento, Sofía desechó todo tipo de sospechas.
La verdad era que apenas conocía a Gabriel. Cualquier comportamiento extraño de su parte podría ser normal para él.
—Seguro tienes cosas que hacer. Ya me voy.
Sin más ceremonia, Sofía se marchó.
Gabriel no le quitó los ojos de encima hasta que salió. Aun con la puerta cerrada, su mirada permaneció fija en ese lugar por un buen rato.
Las manos que tenía relajadas comenzaron a tensarse poco a poco.
Durante un momento, había deseado con intensidad que Sofía fuera más romántica en el amor, que sospechara que todo esto lo hacía porque sentía algo por ella.
Moría por ver su reacción. Pero ella ni siquiera había contemplado esa situación.
Sus esperanzas quedaron frustradas.
De pronto, Gabriel sintió que perdía el control. Se acordó que la paciencia era clave, que precipitarse solo traería problemas.
Unos minutos después regresó el señor Santana.
Lo estudió con detenimiento y, al no notar nada inusual, compartió su sorpresa.
—Señor Torres, tuvieron las agallas de rechazarnos. El desarrollo de ese videojuego requiere unos cien millones de dólares. Es una empresa nueva, sin nuestro capital, ¿quién más arriesgaría semejante cantidad en eso?
Sofía alcanzó a Sebastián y Joaquín.
Sebastián la inspeccionó con curiosidad de arriba a abajo.
—¿De qué hablaste con Gabriel?
—Me explicó que conoció el juego por tu problema con Mateo y que quiere invertir por iniciativa propia.
Sebastián sonrió con sarcasmo.
Qué excusa tan elegante.
Ese canalla de Gabriel era un depredador disfrazado de caballero.
—No entiendo —dijo Sofía mostrando cierta curiosidad—. Jamás has tratado con Gabriel, ¿por qué lo detestas tanto?
—Me cae mal completito, desde la cabeza hasta los pies.
—Pero debe haber algún motivo en específico.
—¡Es porque Gabriel está loco por ti!

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano
Por favor otros medios de pago para poder conseguir monedas😫...
Muy hermosa pero hay mucha dificultad para leerla porque hay que tener monedas y sin ellas no hay acceso a los capítulos hay que tener otros métodos de desbloqueo gracias...
Please can you publish more than 6 chaps/day.. And today no chaps ???...
🥲...
Pague la aplicación y aún me faltan párrafos deberían prestar más atención en la traducción xq falta contenido no vuelvo a comprar en su aplicación...
Xq no ponen toda la novela de una sola vez me encanta y siempre tengo que esperar al otro día...
Me encanta la pasión la frialdad lo intenso ay no tiene de todo...
Es interesante...