Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 188

Alejandro volteó a ver a Sofía a los ojos, pero no le contestó. En lugar de eso, la ignoró por completo y miró a Diego que estaba del otro lado del lugar. Esa mirada daba escalofríos. Como si hubiera encontrado a alguien tratando de meterse en su territorio, con esa actitud de "aquí solo cabemos uno de los dos".

Solo duró un par de segundos, después Alejandro quitó la vista y volvió a mirar a Sofía, como si nada hubiera pasado. Su voz sonaba igual de elegante y distante que siempre, ni fría ni cálida.

—Nos vamos de regreso a Puerto Azul.

Sofía había estado pensando qué hacer el resto del día, pero ya no tenía que preocuparse por eso.

Alejandro se fue a sentar en uno de los sillones del lobby a esperarla mientras empacaba, y después de esa mirada, ni volteó a ver a Diego.

Él tampoco se largó, se quedó ahí sentado en el restaurante, con la cara más negra que una tormenta.

Los otros huéspedes se alejaban para no meterse con ninguno de los dos.

Javier miraba a Alejandro, después a Diego, varias veces. Sentía que el ambiente entre esos dos estaba muy cargado de tensión, y no se atrevía a preguntarle mucho a Alejandro porque presentía que iba a explotar con cualquier cosa. Javier se acercó a Rodrigo y le preguntó bajito:

—¿Siempre andan así?

—No.

—¿Y entonces?

—Casi nunca se topan.

—¿Entonces todo este show de hoy es por Sofía?

—No es por eso.

El señor Montoya no sentía nada por Sofía. Y aunque fuera por ella, sería porque se preocupa de que Diego le pueda hacer daño a alguien. Sofía trabajaba en Corporación Sierra, había que proteger a los empleados. Como Alejandro era muy protector, tenía que salir a defenderla.

—¿Para eso viniste?

—Sí, soy muy buena onda.

Rodrigo no sabía qué decir.

—Cuando tenga oportunidad le pregunto a Sofía, pero ahorita no.

—Ah claro, apenas se está divorciando, necesita un tiempo para adaptarse. Pero después definitivamente me ayudas a preguntarle, ¿sí? No es que tengan que acabar juntos ni nada, solo que hagas de cupido, que se conozcan, a ver si hay química. Si no la hay, pueden ser amigos normales.

—Está bien.

—Así me gusta —Javier había conocido mujeres guapas de todo tipo, pero la personalidad fría de Sofía y su belleza impresionante estaban entre lo mejor. Al lado de Alejandro se veía perfecta, así que obviamente no le iban a faltar pretendientes.