Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 195

Isabella ya no tenía ni una pizca de cordura. ¡Ya nada más le quedaba pelear! Dos segundos después. Sofía la tenía con la cara aplastada contra el auto e Isabella se retorcía como loca, pero la mano que le presionaba la cara no se movía ni un milímetro. Ella se puso dramática y en su mente le deseó a Sofía que la atropellara un auto inmediatamente.

—¿Por qué me perseguiste? —preguntó Sofía.

Isabella tenía la voz quebrada, pero llena de odio.

—¿Por qué va a ser? ¡Porque te quiero matar!

—¿Tanto me odias?

—¡Claro que te odio, Sofía! ¡Cómo te atreviste a pegarme! —Isabella, que nunca había sufrido desde pequeña, aunque estuviera hecha un desastre, todavía tenía esa mirada terca e insolente—. Ya nos agarramos a muerte. Te juro que cada vez que te vea, te voy a hacer la vida imposible.

—Cada vez que te encuentras conmigo sales perdiendo, ¿y todavía te atreves?

—¡Ha sido pura suerte! Sofía, ¿puedes garantizar que siempre vas a tener tanta suerte? —Isabella la amenazó—. Ya nos conocemos desde hace tres años, sabes cómo soy. Te dije que no te voy a perdonar, así que te voy a fastidiar toda la vida.

—Tú y Diego son iguales de basuras.

Isabella no se avergonzó para nada.

—¡Qué bueno que ya lo sepas!

Sofía soltó a Isabella. Ella la miró con rencor, pero esta vez no se le echó encima de una vez. Sofía la miró fríamente y sacó su celular. Isabella aprovechó para intentar un ataque sorpresa, pero Cristina, que acababa de terminar de vomitar y estaba pálida, la detuvo.

—¡Quítate!

—Si me puedes ganar, me quito.

Isabella abrió los ojos como platos.

—¿Me estás subestimando?

—No es que...

Isabella se puso furiosa.

—¡Si esto no es subestimar, entonces qué es!

—Ya cállense —Sofía interrumpió la pelea y le mostró el celular a Isabella. Ella vio la silueta de una mujer en traje de carreras y se le dilataron las pupilas.

—Conozco a Sun. Si quieres conocerla, la próxima vez que te topes conmigo, pórtate bien y no hagas dramas, y te llevo a conocerla.

Sofía se dio vuelta y se subió al auto para irse. Isabella salió corriendo detrás de ella gritando:

—¡Sofía, cómo te atreves a dudar de mis sentimientos hacia Sun! Te advierto que, si te atreves a hablar mal de mí con mi ídola, ¡me vuelvo loca contigo!

Sofía manejó hasta donde estaba Isabella, se detuvo y con tono indiferente dijo:

—Entonces tienes que hacerme caso.

Miró las caras pálidas de las dos.

—Cuando regresen acuérdense de llamar a un conductor designado, no se vayan a morir antes de conocer a Sun.

Isabella no supo qué decir. Sofía no se quedó más tiempo y manejó de regreso. Isabella tenía una cara horrible. Definitivamente tenía que mantenerse viva para conocer a Sun. ¡Cómo se atrevía Sofía a maldecirla!

—¿Te diste cuenta? ¡Las habilidades de manejo de Sofía son increíbles! —Cristina recordó la escena de hace rato y se puso pálida otra vez—. Ese giro hacia atrás, ¿cualquier persona podría hacerlo? Si no calculas bien es un accidente seguro. Era muy peligroso. Que Sofía se haya atrevido significa que tenía absoluta confianza en sí misma.

Isabella también estaba asustada. Pero algo pasó por su mente y de repente se quedó helada.

—¡La forma como Sofía maneja se parece a Sun!