Entrar Via

Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 197

Diego y Gabriel eran amigos de la infancia, ya estaba acostumbrado a su sonrisa, pero en ese momento tenía ganas de tirarle la copa en la cara.

—¿Por qué no tomas?

—No hay nada que celebrar aquí.

—¿En serio? —Gabriel entrecerró los ojos—. ¿No es cierto que siempre quisiste divorciarte? Divorciarte es exactamente lo que querías.

—Lo sé. —Diego apretó los labios hasta formar una línea recta. Sabía que debería estar contento. Honestamente, su estado de ánimo no estaba tan mal, igual que siempre, pero tampoco podía decir que estuviera particularmente emocionado.

—Entonces, toma.

Al final, Diego sí se tomó esa copa que celebraba su próxima salida del matrimonio. Puso la copa en la mesa con fuerza. Ya no podía quedarse más tiempo ahí, se fue temprano a casa.

Gabriel lo siguió con la mirada, con una expresión aún más intensa que antes. Mañana iba a ser muy interesante. Valentina también miró a Diego alejarse. Ella también tenía muchas expectativas para mañana.

***

Diego llegó a casa temprano. Lucía se sorprendió, y al ver su mala cara, se quedó con ganas de decir algo, pero sin atreverse. Él se dio cuenta.

—¿Qué quieres decir?

—Señor, la señora se fue hace exactamente un mes. Solo quería preguntar cuándo va a regresar.

Diego sintió que se le prendía un fuego por dentro. ¿Por qué todo el mundo estaba tan preocupado por Sofía? ¡No tenía nada de especial por lo cual preocuparse!

Lucía se asustó muchísimo al ver la cara feroz de Diego de repente.

Ella tampoco sabía por qué lloraba. Antes había pensado que la señorita Herrera le quedaba perfecta al señor Villareal, y que Sofía era muy dramática y hacía que todos se sintieran incómodos. Pero cuando supo que realmente se iba a divorciar, que mañana iban a tramitar el certificado... Simplemente no lo podía aceptar.

De repente le vinieron a la mente todas las cosas buenas de Sofía de estos tres años: cómo la dejaba ser floja de vez en cuando, le compraba parches para el dolor de espalda, se preocupaba por su chequeo médico anual, la cuidaba más que su propia hija.

Entre más lo pensaba Lucía, más triste se ponía. Lo que había empezado como unas lagrimitas ahora eran sollozos. Ella había estado con Diego por cinco años, Sofía se había casado después, así que solo habían convivido tres años. Era solo un divorcio, ¿por qué estaba así?

—Ya no llores.

A Diego no le gustaba tener muchos extraños en la casa, siempre había tenido solo a Lucía como empleada fija. Cuando no daba abasto, llamaba personal de limpieza por horas, pero todo lo manejaba Lucía. Aunque ella tenía sus pequeños defectos, Diego no se preocupaba por ella, pero ya estaba acostumbrado a que Lucía estuviera ahí, así que la consoló a medias. Lucía se limpió las lágrimas rápidamente.

—Perdón, señor Villareal, es solo que... Me da mucha tristeza, no puedo aceptarlo de una vez, y voy a extrañar mucho a la señora...

—Tarde o temprano lo vas a tener que aceptar —Diego le tiró esa frase y no le hizo más caso. Después de subir las escaleras, se dio vuelta, bajó la mirada y la vio otra vez. Lucía tenía los hombros temblorosos y se seguía limpiando las lágrimas. Diego apartó la mirada con indiferencia. ¿A las mujeres les gustaba llorar sin importar la edad? Pero Sofía nunca lloraba, ¿verdad?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano