Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 247

Cuando escuchó la pregunta de Sofía sobre su voz, Carmen sintió aún más rencor hacia Camilo.

—Anoche bebí demasiado —respondió, evasiva.

—Me duele un poco la garganta.

Sofía:

—Entonces cuídate.

Carmen:

—El dinero de Daniel ya llegó. Lo repartimos por mitades.

Sofía sonrió.

—Por supuesto, ustedes se esforzaron probando durante medio mes. Hay que pagar salarios.

Aunque ella aportó el soporte técnico clave, Carmen se encargó de las pruebas posteriores y de coordinar los detalles.

Carmen:

—Daniel está muy interesado en ti. Quiere conocerte.

Sofía:

—¿Por algún asunto en particular?

Carmen, en tono burlón:

—Nada, solo te admira. Deberías venir, verías sus caras de asombro.

Sofía lo entendió de inmediato.

—No tengo tiempo para perder en contactos sin sentido. Recházalo.

—Ya lo hice. Si tenemos talento, debemos mostrar un poco de orgullo. No cualquiera puede vernos solo porque lo desea.

Si Daniel se ofendía solo por un no, significaba que era un hombre complicado, y Carmen no querría volver a tratar con él.

Sofía sonrió.

—En serio, no aguanto tu voz. Compra algún medicamento.

Carmen:

—…Está bien, cuelga pues.

Gracias a Camilo, su garganta estaba así de mal. Aunque no entendía por qué, ¿había gritado tanto? ¿De verdad se había quedado afónica?

No quería recordarlo, porque cada vez que cerraba los ojos volvía a escuchar sus jadeos en el oído, y eso le restaba concentración en el trabajo.

La técnica de Camilo en la cama no era gran cosa, pero al menos era responsable: poco después de irse, le mandó su informe médico.

Con fecha de ese mismo día, lo que demostraba que había ido al hospital solo a hacerse un chequeo.

El informe no mostraba ningún virus. No tenía de qué preocuparse.

Pero también incluía una prueba sobre su "funcionalidad", que resultaba demasiado detallada: testosterona alta, buena fertilidad, e incluso mediciones de duración y rendimiento.

Carmen puso los ojos en blanco por lo menos diez veces mientras leía.

Era obvio que lo había hecho a propósito, echándoselo en la cara.

¿Cómo podía un hombre ser tan descarado? Ni una pizca de pudor.

Así que, después de leerlo, Carmen respondió con ironía:

"Qué impresionante".

Cualquiera notaría que se estaba burlando.

Camilo contestó:

"¿Quieres comprobarlo?"

—¡Vaya! ¿Tan emocionada? ¿Es que estás saliendo con alguien?

Lisa no sabía nada de su matrimonio.

Sofía:

—No, es mi hermano. A veces viene a buscarme.

—Entonces apúrate.

Después de que Sofía se fue, llegó Rodrigo a buscarla.

Lisa le dijo:

—Llegaste tarde, Sofía ya se fue. ¿Era por trabajo? Puedo ayudarte.

Rodrigo respondió:

—¿Tan rápido se fue?

En realidad, el plan de Alejandro era acompañar a Sofía a recoger su auto en el bar. Por eso había enviado a Rodrigo a buscarla.

Lisa, sin entrar en detalles, respondió:

—Tenía un compromiso.

Rodrigo:

—Entiendo.

Después fue a informarle a Alejandro.

—Jefe, Sofía tenía una cita y ya se fue.

Como eran de confianza, añadió:

—Desde que se divorció, la noto mucho más feliz. Antes siempre estaba sola, ahora tiene más vida social. Me alegra mucho por ella.