Santiago, con su presencia, ya demostraba su sinceridad.
En cuanto bajaron del auto y caminaron unos pasos, fue él mismo quien salió a recibirlas.
—Señora Jiménez, señorita Mendoza —saludó rápido—. Qué bueno que por fin llegaron, por aquí, por favor.
El magnate estaba desbordando entusiasmo.
Nada que ver con la primera vez que se habían visto en el circuito de carreras. Entonces, la actitud de Santiago era completamente distinta.
Carmen asintió un poco, y cuando Sofía también le dio una señal con la cabeza, el hombre se relajó.
Aquella noche, aunque la disculpa era principalmente para Carmen, Sofía era la secretaria que Alejandro llevaba consigo incluso en los viajes, por lo que él no podía mostrar la más mínima descortesía.
Además, la presencia tranquila, pero contundente de Sofía, con esa seriedad que imponía, intimidaba por sí sola. Aunque hablara poco, su sola forma de estar hacía que cualquiera dudara en acercarse demasiado. En comparación, parecía que era ella quien llevaba las riendas de la situación.
Por eso, Santiago se cuidaba de no faltarles al respeto en lo absoluto.
***
Dentro del salón privado, ya habían servido una mesa repleta de comida exquisita, acompañada de una botella de vino tinto valuada en dos mil dólares.
En la sala solo estaba Angelina, no había nadie más presente.
Como directora de U-Tech Solutions, con solo treinta años, se mostraba particularmente serena y amable. Cuando las vio entrar, dejó la botella con la que llenaba las copas y se acercó enseguida.
—Señora Jiménez, señorita Mendoza, por favor, tomen asiento. Hoy solo quiero compartir una comida agradable con ustedes, sin hablar de negocios.
Siendo todas mujeres, que fuera Angelina quien las recibiera resultaba lo más apropiado.
A fin de cuentas, U-Tech Solutions era la empresa más poderosa de Puerto Azul, y aunque la diferencia entre Carmen y ellos era enorme, ella aceptó el trato con naturalidad. Sabía bien que todo ese respeto se debía a Sofía y, sobre todo, a Alejandro.
Pero, al fin y al cabo, esa era su suerte, y decidió aceptarla sin reparos.
Aunque sus recursos no se comparaban con los del Grupo Urquiza, la hospitalidad con que las trataban no era algo que debiera considerarse inmerecido.
Sofía, por su parte, observaba en silencio a Angelina, y notó que la suavidad también podía ser un arma poderosa: bastaban un par de frases y una sonrisa para quitar cualquier tensión.
Qué gran contraste con Miguel.
Mientras Angelina relataba la historia detrás de una de las comidas, Miguel entró al salón.
El instante en que apareció, todas las miradas se posaron sobre él.
Sofía y Carmen dirigieron posaron su mirada en Miguel.
Él apretó los puños, a punto de estallar, pero la mirada fulminante de su padre y de su hermana lo detuvo de inmediato.
Conocía demasiado bien lo que significaban esas miradas: eso era mucho más grave de lo que había imaginado por teléfono.
¿Qué demonios había pasado?
En ese momento, Sofía sintió vibrar su teléfono.
Era un mensaje de Alejandro:
“Estoy en la entrada. ¿Ya llegaste?”
Ella contestó:
“Hace unos minutos”.
De inmediato llegó otra notificación.
“¿Hay sitio libre a tu lado?”
Sofía bajó la cabeza y respondió:
“Sí”.
Entonces, la tercera respuesta apareció en la pantalla:
“Resérvalo para mí”.
Él quería sentarse junto a ella.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano
Por favor otros medios de pago para poder conseguir monedas😫...
Muy hermosa pero hay mucha dificultad para leerla porque hay que tener monedas y sin ellas no hay acceso a los capítulos hay que tener otros métodos de desbloqueo gracias...
Please can you publish more than 6 chaps/day.. And today no chaps ???...
🥲...
Pague la aplicación y aún me faltan párrafos deberían prestar más atención en la traducción xq falta contenido no vuelvo a comprar en su aplicación...
Xq no ponen toda la novela de una sola vez me encanta y siempre tengo que esperar al otro día...
Me encanta la pasión la frialdad lo intenso ay no tiene de todo...
Es interesante...