Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 35

Sofía entendió inmediatamente lo que estaba pasando y dijo con voz helada:

—Si yo pudiera conseguir fácilmente el itinerario de Diego y saber sus movimientos en tiempo real, Nicolás, deberías reflexionar si eso no es una falta tuya.

El itinerario del presidente debía mantenerse confidencial, eso era lo que tenían que hacer los asistentes y secretarios. Nicolás ya sabía que Sofía había visto con sus propios ojos al señor Villareal celebrando el cumpleaños de Valentina. Seguramente eso la había afectado mucho y el hecho de que no hubiera regresado a casa en una semana, era prueba suficiente de que le importaba.

Pero que Sofía dijera esas cosas lo tomó por sorpresa. Sin embargo, Nicolás solo se sintió molesto. ¿No podía simplemente comportarse bien y no causar problemas? Como antes, cuando todos vivían en paz. Nicolás hizo una seña para que los guardias siguieran echándola.

Sofía aún no había procesado completamente lo de la noche anterior y ahora, sin razón alguna, Nicolás la estaba regañando. Una furia inexplicable se apoderó de ella y se puso pálida de ira. Siempre había sido muy cuidadosa con las apariencias, pero no quería tragarse esta humillación, así que apretó los dientes y gritó directamente:

—¡Auxilio!

Había mucha gente en el lugar, todos del mundo tecnológico. Cuando Sofía gritó, varias personas se voltearon y, después de quedar deslumbradas por su apariencia, se veían confundidas.

—¿Qué está pasando?

Nicolás no esperaba que Sofía, que siempre había pasado desapercibida, fuera a armar tal escándalo en un lugar así. Se quedó en shock. Sofía se preparaba para seguir gritando, pero Nicolás hizo que los guardias la soltaran. Hacer un escándalo, efectivamente funcionaba. Nicolás se acercó a ella con cara de pocos amigos.

—Sofía, gritar sin considerar el lugar solo te avergüenza a ti, pero si involucras al señor Villareal, ¿sabes cuáles serían las consecuencias?

Sofía encontró eso ridículo.

—Aparte de ti, nadie conoce mi relación con Diego. ¿De qué te preocupas? Además, ya nos divorciamos...

Nicolás la interrumpió fríamente:

—¡Esas palabras te las dices a ti misma!