Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 354

Pero Camilo nunca había encontrado a alguien que de verdad le gustara.

Carmen era diferente a las demás. Camilo quería estar con ella y seguir durmiendo juntos.

Por supuesto, Camilo no podía decirlo de esa manera, así que cambió sus palabras.

—Fue amor a primera vista.

—Antes no eras así.

—El destino es algo increíble, Carmen es diferente. —Suspiró—. Lo he pensado bien, eso de enamorarse con el tiempo no es para mí. El amor a primera vista es lo que de verdad me apasiona.

Camilo continuó:

—Si me baso en cómo he actuado antes, si en serio llegaba a sentir algo por alguien, no importaba quién fuera, cualquiera que pasara suficiente tiempo conmigo se terminaría enamorando, y eso le quitaría toda la pasión y la adrenalina.

Se rio.

—Lo más importante es que es algo único. Si fuera otra mujer, no funcionaría. Tiene que ser Carmen, tiene que ser amor a primera vista.

Además, Camilo ya había investigado.

El prometido de Carmen se llamaba Dylan Baron y venía de una familia tan buena como la suya, aunque la familia de Dylan había mejorado un poco en los últimos años, seguía siendo inferior a la de él.

Y, para colmo, el mismo día que se comprometieron, Dylan se fue de viaje con otra mujer.

Pff, qué tipo tan despreciable.

Aunque Camilo era muy popular con las mujeres y todavía tenía a muchas detrás de él, no le interesa jugar con los sentimientos de nadie.

Dylan, con su falta de carácter y su estatus, no era competencia.

Después de revelar su secreto, Camilo le dio un puñetazo amistoso a Alejandro y dijo molesto:

—Mira qué tan sincero soy, que te lo cuento todo, ¿y tú? ¡Ni siquiera lo admites! Casi me engañas, pero después de esta noche, ya estoy completamente seguro.

Camilo nunca había visto a Alejandro tan atento con una mujer.

Era curioso que él no lo demostrara, mientras que Camilo, por otro lado, disfrutaba de las bromas.

Ahora que Camilo estaba seguro de los sentimientos de Alejandro por Sofía, ya no quería seguir burlándose de él.

—Hagamos una apuesta, a ver quién la conquista primero.

—Qué aburrido —respondió Alejandro, a él no le gustaban esos juegos.

—Apostemos cien mil dólares.

Alejandro no dijo nada, pero Camilo decidió por los dos.

¡Todos a ganar dinero!

***

Era hora de volver a casa.

Sofía manejaba y Alejandro iba en el asiento del copiloto.

Ya era algo normal que volvieran juntos.

Sofía ya se había acostumbrado.

Normalmente no le daría muchas vueltas, pero como ahora iban a vivir juntos, empezó a preguntarse cosas.

El día anterior rechazó el interés de Alejandro, pero ahora le pedía que se mudara a su casa.

¿Él estaría pensando que ella no estaba bien de la cabeza?

—¿En qué estás pensando?

Sofía sabía que él siempre estaba atento, así que no respondió directamente:

—¿Por qué volviste antes de tiempo?