En esos tres años, Sofía no había dado señales de vida, así que Isabella, no podía contarlo al mundo. Pero sentía que sí tenía que decírselo a Diego.
—Diego, estuviste con Sofía tres años, ¿cómo no te diste cuenta de lo increíble que es? Antes te pedí que investigaras su relación con Sun y no averiguaste nada. ¡Pues ya está, yo lo sé! —dijo Isabella, quejándose—: ¡De verdad me dejas impactada! ¡No sabías nada!
Su única intención era avisarle.
—Sofía no quiere verte. No vengas —dijo, y colgó la llamada.
Cuando lo pensó con calma, entre ella y Sofía no había un rencor imposible de arreglar, pero Isabella sí se había pasado muchas veces. Desde ese momento, iba a concentrarse en cómo mejorar esa relación y el primer paso era ponerse de lado de lo que Sofía quisiera.
Si ella decía que Sun no soportaba a su hermano, Isabella no pensaba contradecirla. Casi nunca le importaban los sentimientos de nadie: para ella, los demás tenían que adaptarse a sus caprichos, no llevarle la contraria y seguirle el paso; lo único importante era ella. Si los otros se sentían incómodos, que se aguantaran.
Bueno, seguía pensando igual... solo que su ídolo iba primero. Sofía estaba por encima de todo. En su mente solo daba vueltas una idea: cómo pedirle perdón. Al poco rato, el rugido de un motor volvió a ponerla tensa. Isabella apretó con fuerza la mano de la también nerviosa Cristina.
En un abrir y cerrar de ojos, el McLaren apareció y se detuvo frente a ellas. Sofía bajó la ventanilla y levantó la vista.
—Vamos juntas de regreso.
El auto de Isabella seguía estacionado en el lugar donde se habían encontrado al inicio, no en el circuito. Cuando los ojos de Sofía se encontraron con los suyos, ella se puso todavía más nerviosa.
Sorprendente... el aura de su ídolo era tan imponente. Antes, casi ni se fijaba en Sofía y le daba lo mismo la impresión que le causara. Pero, en ese momento, sentía el cuerpo torpe, sin saber ni cómo pararse y ella misma se daba cuenta del cambio. Sofía, cuando la vio titubear, alzó una ceja:
—¿Tienes algo que decirme?
Por dentro, Isabella gritaba: "¡Sí! ¡Quiero pedirte perdón!" Pero, aunque ya sabía qué quería decirle, su boca no se abrió. Al final, forzó una sonrisa incómoda.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano
Por favor otros medios de pago para poder conseguir monedas😫...
Muy hermosa pero hay mucha dificultad para leerla porque hay que tener monedas y sin ellas no hay acceso a los capítulos hay que tener otros métodos de desbloqueo gracias...
Please can you publish more than 6 chaps/day.. And today no chaps ???...
🥲...
Pague la aplicación y aún me faltan párrafos deberían prestar más atención en la traducción xq falta contenido no vuelvo a comprar en su aplicación...
Xq no ponen toda la novela de una sola vez me encanta y siempre tengo que esperar al otro día...
Me encanta la pasión la frialdad lo intenso ay no tiene de todo...
Es interesante...