Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 86

Valentina enderezó discretamente la espalda.

Al mismo tiempo, notó el silencio de las personas a su lado. Ella miró a Diego, su cara estaba helada. Aunque normalmente también era muy frío, en este momento había una capa adicional de frialdad; esa hostilidad iba dirigida hacia Alejandro.

Ella no pudo evitar dar un paso hacia atrás y preguntar algo a Miguel. Él miró a Diego y dijo en voz baja:

—Alejandro es el hermano de Diego.

Valentina se quedó muy sorprendida. ¿Por qué Diego nunca se lo había mencionado?

—Hermanastros —añadió él—. La relación entre los dos es muy mala.

Al enterarse de esa información, ella solo pudo mirar a Alejandro con pena. Por supuesto que tenía muchas ganas de relacionarse con hombres excelentes, pero prefería a los que podía tener en sus manos.

No sería tan tonta como para ofenderlo cuando no tenía la seguridad de poder entrar al círculo de Alejandro. Además, Diego ya era un hombre que estaba en la cima de la pirámide en Puerto Azul.

En esta ocasión, no había muchos que pudieran compararse con él.

Como las miradas estaban sobre ella, sin importar si eran hombres o mujeres, todas mostraban envidia. Valentina disfrutaba mucho esas miradas. Especialmente la de Sofía, que con un movimiento apartó la vista, ¡no podía levantar la cabeza frente a ella para nada!

Además, mientras más excelente fuera un hombre, más altos eran sus estándares. Alejandro tenía una expresión fría, inalcanzable; probablemente no pondría a ningún hombre o mujer en sus ojos.

Así que, si ella no podía relacionarse con él, otras mujeres tampoco podrían... Valentina se preparaba para apartar la mirada cuando se quedó pasmada de repente.

Sofía había enderezado la espalda y se dirigía hacia Alejandro. Ella se quedó sin palabras. Su cara se arrugó mostrando disgusto. ¿Acaso Sofía estaba enferma? ¿Qué tanta estima había recibido para atreverse a hacer una locura?

Diego miró fijamente a Sofía durante varios segundos; esto también era la primera vez en mucho tiempo en que la miraba tan seriamente. Si ella quería llamar su atención, había tenido éxito. Pero había sido de una manera que lo enfurecía.

También, había subestimado la audacia de Sofía. Sin embargo, la emoción de estar enojado desapareció en un segundo. Al final de cuentas, sin importar lo que hiciera, a Diego no le importaba; no quería saber nada de ella.

Simona, con expresión normal, llevó a Alejandro hacia adelante. Aunque era joven, sin importar quién viniera, él mantenía la misma actitud fría. Sofía lo tenía muy claro, porque incluso frente a Eduardo, Alejandro no tenía mucha expresión. Solo hablaba un poco más, pues normalmente ni siquiera se molestaba en hablar mucho.

Sofía se colocó detrás de Alejandro y comenzó a trabajar. Rodrigo siguió al lado de Camilo.

En ese momento, alguien se acercó a socializar. Ella tuvo que acercarse un poco más a Alejandro, susurrando precisa e infaliblemente en su oído la información de identidad de la persona. Los datos los había proporcionado Mónica. Sofía tenía memoria fotográfica y los había memorizado todos.

¡Y esta interacción hizo que Diego, que se preparaba para irse, volviera a enfurecerse!