El increíble papá de los trillizos romance Capítulo 274

—¡No puedo creer esto! —Sonia estaba enfurecida—. Esa secretaria tuya es horrible, Dante.

—¿Estás bien? —preguntó Dante en lugar de responder a sus palabras.

—Lo estoy, pero… ¿Por qué me empujaste? —Sonia se quejó.

—Le pisaste la mano.

Adriana ya estaba fuera de la oficina cuando Dante respondió.

—Pero fue ella quien dejó caer ese trapo en mi pie —insistió Sonia, muy disgustada—. ¡Eso fue una grosería!

—¿Y por eso decidiste pisarla? —preguntó Dante a su vez.

Sonia se congeló antes de explicar de mala gana:

—No. No lo hice a propósito. No debió poner la mano ahí.

—Seguro que tu padre te enseñó a ser amable con los demás. —Dante frunció las cejas—. Este ya no es un mundo donde los esclavos tienen que servir a sus amos. Ahora vivimos en una sociedad igualitaria.

—¡Pero si solo es una secretaria! ¿Por qué te pones así? —insistió Sonia—. ¿O es que hay algo entre…?

—Puede que solo sea una secretaria, pero sigue siendo mi empleada. —Dante la cortó antes de darle un severo recordatorio—. ¿Recuerdas que una vez te enojaste cuando éramos jóvenes y le lanzaste una taza a mi gato?

—No me hablaste durante tres años después de aquello… —Sonia no pudo evitar tensarse al recordar el incidente y de inmediato tiró de su manga para disculparse—. Lo siento, Dante. No lo volveré a hacer. Por favor, no te enojes.

—Deberías disculparte con ella.

Dante retiró el brazo.

—¡Alto ahí! —Adriana le rugió—. ¿Crees que puedes usar el dinero para…?

Antes de que pudiera terminar, Lucy la interrumpió. Negando con la cabeza a Adriana, se volteó hacia Sonia y le dijo de forma amable:

—¡Que tenga un buen día, Señorita Negrete! —Entrando en el ascensor, Sonia se volteó y le mostró a Adriana una sonrisa arrogante. Esto hizo que Adriana se estremeciera de rabia. Algunos compañeros de trabajo la miraron con lástima, aunque no se atrevieron a decir algo—. Vuelvan al trabajo —ordenó Lucy. —Así, los compañeros de trabajo bajaron la cabeza y se fueron.

—Sé que estás enojada, pero no puedes permitirte ponerte en su contra —aconsejó Lucy mientras atendía la herida de Adriana—. La Señorita Negrete no es solo la Presidenta del Grupo Synder; también es la novia de la infancia del Señor Licano. Se habla de una unión entre las dos familias, así que algún día podría convertirse también en nuestra jefa.

Adriana se sintió aún más angustiada al escuchar tales palabras. «Selene mencionó una vez que Dante tenía una prometida. ¿Será esa mujer a la que se refería?».

—Aunque algún día dejes el Corporativo Divinus, tendrás que ganarte la vida en otro sitio, ¿no? No te pongas en contra de la Señorita Negrete o puede que no consigas trabajo en otro sitio. Creo que deberías pensarlo. —Lucy continuó con seriedad—: Te daré otros deberes la próxima vez que ella venga, así evitarán encontrarse.

»La tensión no debe tardar en aliviarse. En cuanto a este cheque, te sugiero que se lo devuelvas. Considéralo una forma de hacer que te deba un favor.