El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 706

Vaya, el tener estatus en verdad marca la diferencia.

Después de que Vicente saliera de forma natural del brazo con Ángeles, Bárbara miró de reojo a Emilio y observó cómo estaba a punto de explotar de ira.

Sentía cierta simpatía por él, aunque la verdad no mucha.

Bárbara, conteniendo la risa, les seguía de cerca.

Al llegar a la playa, el barco que los subordinados de Emilio habían preparado ya estaba listo para zarpar. Sin embargo, apenas llegaron, Vicente lo despreció con un ligero bufido.

Ángeles aún no había comentado nada cuando apareció de repente frente a ellos un barco con altos estándares de seguridad y defensa, claramente algo bien organizado por Vicente.

En comparación con el primero, el barco de Vicente era lujoso claramente de un nivel inalcanzable.

Además, la tripulación a bordo era más completa, con subordinados de Vicente bien entrenados, erguidos, además con sirvientes y cocineros constantemente ocupados.

Una vez todos a bordo, Hugo se acercó con despreocupación a Ángeles y le exclamó: —Señora Pérez, ¿le gustaría tomar algo? Tenemos café, jugo, vino, lo que desee tomar.

Lo relevante en este caso no era la comida o la bebida, sino ese "señora Pérez".

Emilio soltó una risa sarcástica y fue el primero en entrar a la cabina del barco.

Inicialmente, Emilio no quería abordar el barco de la familia Pérez, pero, dada la incertidumbre del destino y los impredecibles peligros del mar, como tormentas o corrientes ocultas, era prudente no separarse si iban en dos barcos.

Así, Emilio subió al barco de la familia Pérez con el rostro sombrío y de mala gana.

Al principio, ambos habían compartido sus sentimientos y acordaron no tener más secretos entre ellos.

Ángeles, que solía resolver las cosas por sí misma, ahora, al no estar sola, también quería compartir las cargas con Vicente.

Vicente acarició con dulzura la nuca de Ángeles, donde la piel de la joven era delicada y suave como el jade, agradable al tacto.

—¿Recuerdas la historia sobre esa isla que te conté hace rato? —Vicente levantó una ceja.

Ángeles expresó, —sí lo recuerdo.

Esa conversación había ocurrido durante su tiempo en la selva lluviosa, cuando de repente una serpiente la persiguió durante un largo tiempo y, después de que Vicente la rescatara, mientras se curaban las heridas mutuamente, él le había contado en detalle la leyenda y el origen de esa isla.