El Rey Lycan y su Oscura Tentación romance Capítulo 60

VALERIA

El beso se vuelve devastador, enloquecedor, imponiendo nuestras voluntades.

Nuestras manos se mueven más deprisa, más urgentes, buscando la ansiada liberación.

Los caninos de mi loba falsa pican como si fuesen verdaderos, muero en la necesidad de volver a probar su sangre como una maldit4 adicta.

Escalofríos deliciosos bajan por mi columna, de rodillas aferrada al cuerpo del Rey, estoy al venirme y si sigue apuñalándome en ese punto tan sensible en mi vagina, veré las estrellas muy pronto.

Sin embargo, he olvidado algo muy importante, esto es un castigo.

— Buen intento en sacarme de quicio, casi caigo, pero aún no es suficiente pequeña Omega… — gruñe con voz animal cerca de mi rostro de perdida total.

— No, no espera… ¡Aldric! – protesto haciendo un puchero descaradamente cuando deja de estimularme.

Sonríe de lado tan sexy y caliente que ni siquiera puedo maldecirlo.

Sus manos van a desnudarme, halando a tirones mi vestido sin consentimiento y coopero, subiendo las manos para quedarme por completo desnuda, solo con los altos botines negros, frente a su ardiente mirada lobuna.

Ya sus ojos tienen el tinte enrojecido de su lycan.

— Gírate en cuatro, te quiero en posición de apareamiento y agarrándote a las piernas de la Diosa – mierd4 qué es esto, una clase de sacrificio.

Dudo por un segundo, pero me quedo quieta cuando veo que se quita la camisa sensualmente y se baja el pantalón, las botas, todo, quedándose gloriosamente desnudo, con ese caliente cuerpo echo por completo para pecar.

Esa “cosa” me apunta casi púrpura con un hilo viscoso bajando hasta el suelo.

“Madre Luna, gracias por mandarme este “gigantesco” regalo después de tanta abstinencia. Lloraré con mucho placer”

Agradezco muy seriamente en mi interior, sin embargo, me congelo al escuchar su risa ronca y baja, a pesar de llevarse la mano a la boca para ocultarlo.

“¡No, no, no puede ser que dije eso en su mente!”

“Estás tan desconcentrada que estoy escuchándolo todo mi sexy hembra, prometo hacerte llorar hasta que te desmayes. ¡Gírate de una maldit4 vez, Valeria!”

Aldric da un paso hasta el borde de la plataforma, intimidante, con sus dos metros doblegando mi pequeño cuerpo y me giro al fin para seguir sus órdenes.

Bajo la cabeza, un poco avergonzada delante de la Diosa por estarme comportando como una prostituta pidiendo el miembro de este hombre a gritos.

Mis piernas arrodilladas, con los pies al borde de la plataforma, los muslos abiertos, mis nalgas empinadas, aferrada con mi vida a las piernas de la estatua, lista para ser castigada.

— Mmmm Sshhh – gimo cuando lo siento hincado detrás de mi cuerpo, abriendo toscamente mis nalgas y lamiendo todos los restos de jugo mi coño con su larga lengua de lycan que luego se desplaza hacia un lugar raro.

Me tenso al sentir un dedo bordeando mi culo y su lengua también da toquecitos en ese sucio sitio, ¿qué pretende hacer el Rey?

Pronto sé la respuesta.