Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 142

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~Scarlett

Siendo sincera nunca lo había visto tan pero tan triste. Antes, cuando peleaba con él por Ava, solo hacía un comentario seco o lo dejaba pasar. Nunca le había importado tanto como para que se le notara hasta en la voz.

—¡Sí, y mucho! —dije sarcásticamente— Lo siento si dijiste eso a cambio de un matrimonio que ya no funciona, ¡pero no debiste hacerlo si piensas que nuestro matrimonio no vale la pena!

—Eso no fue lo que dije—dijo Sebastián con un suspiró y la voz cansada— Sé que tengo que mantener la distancia con ella, solo no quería ser cruel...

—Te dije que me quedé para darle mi sangre, y te dije que rompí los papeles del divorcio solo para hacer sufrir a tu "preciosa" —sentí que la sangre me hervía de la rabia que tenía —No me importa si sigues siendo su príncipe azul, solo no vengas a buscarme a mí. Si vas a ponerla por encima de todo y de todos, ¡ese es tu problema!

No era el mío, y mucho menos del bebé.

Por un momento pensé que podía decirle lo de nuestro hijo, pero supongo que fui muy ingenua.

Él apoyó una mano en la pared, al lado de mi oído. La otra mano, con la que me tenía, temblaba de dolor. Me miró como si buscara con desesperación a la esposa perfecta que una vez fui.

Pero ya no lo era.

—Sé que me odias, y tienes todo el derecho de hacerlo —me dijo mientras miraba hacia el suelo— Voy a pagar por lo que hice, como tú quieras. Yo...

Parecía que tenía mucho más que decir, pero al final solo puso mi teléfono en mi mano y se fue, con cara de decepcionado. No tenía por qué estar a su altura ni cuidar de su princesa como si fuera su tonta ayudante.

—¿Te encuentras bien...? —preguntó Lucas, asomando la cabeza con cuidado.

—¡Sí! —respondí, y al escuchar cómo sonó mi voz de quebrada, dije rápidamente— Haz las maletas, ¡nos vamos!

—¿Nos vamos entonces? —dijo Lucas alzando las cejas—¿Y el collar? ¿Ya no lo quieres?

Jack Fuller no me lo iba a dar, a menos de que hiciera un escándalo. Si hubiera querido destruirlo, lo habría hecho hace años. Ya me harté de vivir con ellos.

—¡Papá llegó!

El grito de Ava llamó mi atención. Estaba llorando en el sillón, rodeada de sus amigas. Sebastián no estaba a su lado. Bajé la mirada, y justo en ese momento Ava me miró. Sus ojos brillaban con esa luz que ya sabía lo que significaba...