Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 163

163 /347

~Damian~

—Es bastante extraño verte sin tu querida mascotita —me dijo Oliver mientras yo ya me moría del aburrimiento en su fiesta. Bueno, "fiesta" entre comillas. Era solo un club donde se reunían a pasar el rato los actores y él había invitado a unos cuantos más, estaban jugando "verdad o reto". A veces tomo algo con él, pero en plan tranqui, no esta clase de show.

—No estaría aquí si no me hubieras obligado, así que gracias por eso —le respondí, poniendo los ojos en blanco mientras apoyaba mis brazos y mi cuello en el respaldo del sofá, tratando de aliviar la tensión. Oliver le decía a Lilith mi "sombra" porque últimamente había estado trabajando horas extras, cosa que no suelo hacer, solo lo hice para pasar tiempo con ella.

Nunca me gustó la regla de mentor-aprendiz en los bufets de abogados, pero cuando ella llegó, no pude evitar ahuyentar a todos los socios que la miraban con deseo.

Nunca pensé que yo querría ser mentor de alguien.

Pero ¿cómo no hacerlo? Era perfecta. Lilith era una gran compañera de trabajo, amable y linda. Se esforzaba al máximo, pero aun así me servía café y me decía que descansara. El único problema era que se tomaba eso del "mentor-aprendiz" tan en serio que no me dejaba acercármele.

Se suponía que era un abogado experimentado guiando a una novata, pero ahora ella me hacía sentir como un profesor queriendo probar a su alumna.

Nunca me había costado acercarme a las mujeres. Yo sabía por qué, y ellas también. La mayoría quería lo que yo tenía, no a mí. Y yo estaba dispuesto a dar eso a cambio de lo que quería. Era como un contrato no dicho, donde todos salíamos ganando.

Pero Lilith no era así, y por eso era difícil avanzar. Parecía disfrutar nuestro tiempo juntos, pero no me dejaba ir más allá. Sin embargo, cuando yo intentaba alejarme, me ponía una carita triste como si la hubiera abandonado, hasta que me acercaba de nuevo.

Tal vez no estaba segura de mí todavía, pero tenía paciencia. Disfrutaba pasar el tiempo con ella.

—Me seguirás agradeciendo cuando lleguen la sorpresa que tengo para ti—Oliver sonrió, mostrándome su teléfono— Los archivos que te mandé, ¿los viste?