Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 252

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Mucho después de que Scarlett saliera furiosa de la empresa de Sebastián, sus manos todavía seguían temblando. Arthur tuvo que repetir su pregunta tres veces para que ella reaccionara.

—¿Adónde nos dirigimos ahora, señorita? —Arthur se mostró tan paciente como la primera vez que le había preguntado.

—¡Lo siento! —Scarlett respiró profundamente, peinándose el cabello con los dedos para calmarse—. Déjame... dame un minuto.

Aún faltaban dos horas para su cena con Damian. Podía volver a Silco o quedarse sola durante esas dos horas. Pero Scarlett no quería hacer ninguna de las dos cosas.

No podía evitar que las palabras de Sebastián la afectaran.

Antes, jamás habría dudado de su palabra, incluso cuando él la trataba como a una enemiga. Ese hombre no mentía. ¿Pero ahora? Ya no estaba segura. Había permitido que Ava se le acercara no una, sino dos veces. La honestidad no era lo único que importaba en este juego.

Ni siquiera estaba segura de si su opinión sobre mentir había cambiado. Después de todo, se trataba de Ava. A Scarlett no le sorprendería nada de lo que ese hombre hiciera por ella.

¿Podría ser cierto?

No había visto el rostro de esa mujer. CREYÓ que era Ava porque su figura se parecía a la de ella y su voz era similar. Sin mencionar que Ava tenía el motivo y los medios para entrar en la casa. ¿Cómo podría ser alguien más?

Pero pensar que Sebastián Knight, el hombre que había pasado toda su vida protegiendo a la chica equivocada porque quería hacer lo correcto, inventaría una mentira tan horrible por una asesina era igual de improbable.

Su acusación dolía, sin embargo. Una acusación que Scarlett creía conocer perfectamente.

Silco la estaba utilizando. Ella lo sabía. ¿Por qué esperaría otra cosa? Ni siquiera lo conocía antes de que todo esto sucediera. Él le ofreció dinero, poder y medios para su venganza solo para que ella fuera la cara de la suya. Estaban juntos en esto únicamente porque los Fuller eran su enemigo común.

Entonces, ¿por qué la acusación de Sebastián le dolía tanto?

¿Desde cuándo esperaba más de Silco que ser simplemente un compañero de venganza?

¿Porque Silco le había alquilado una casa grande? ¿Porque Silco siempre estaba presente en sus desayunos, almuerzos y cenas con todas sus comidas favoritas? ¿Porque... la llamaba princesa?

Estaba siendo estúpida otra vez.

El amor duele. Había jurado abandonarlo, ¡y estaba cayendo de nuevo en esa dulce trampa!

Desbloqueó su teléfono y buscó un número. Scarlett cerró los ojos mientras presionaba el botón de llamada. La voz de Damian no tardó en responder.

—¿Damian? Yo... estoy terminando temprano, y pensé que podría pasar un tiempo en una cafetería cerca del lugar de la cena, así que no tienes que venir a recogerme.

—Eh, sí, claro... —Damian sonaba dudoso—. En realidad, yo también estoy libre. Puedo ir ahora mismo...