Perspectiva de Scarlett
No quiero discutir ahora. El miedo me paraliza al estar tan cerca del abismo. Tampoco quiero rebajarme a sabotear a alguien para poder sobrevivir, aunque ella se lo merezca.
"¿Sabías todo esto?" Liam se gira hacia mí con una sonrisa cruel.
Él está entre Ava y yo, de espaldas al abismo. Un tropiezo lo mataría. Sebastián lo sabe, porque Liam se ríe fríamente: "Cualquier movimiento raro o alguna bala de tus francotiradores, y estas sillas caerán conmigo... y con ellas".
Hay un silencio absoluto.
Al segundo, Sebastián toca su oreja y dice: "No se acercarán. No hagas locuras."
"Yo no estoy loco, sé muy bien lo que estoy haciendo" Liam sonríe con malicia. "¿Y tú, Sebastián? ¿Sabes dónde está tu corazón?"
¡Si se atreve a decir mi nombre, perturbaré su vida cuando sea una fantasma!
"¿Por qué me odias tanto?" Sebastián da un paso estratégico. "Ni siquiera conocía a tu hija..."
"¡Lo protegiste! ¡Dejaste que tu maldita Casa Z se burlara de ella por internet! ¡Jugaste con su vida! ¿Quieres más? Eres como un cacique, escondido tras bambalinas, mientras otros hacen el trabajo sucio. ¡Por eso estoy aquí! ¡Voy a tomarme la justicia por mi mano!"
Sebastián asiente lentamente: "Me alegra que pienses así, porque tu queja tiene solución. Te ofrezco la Casa Z, tiene un valor de mercado de 90 mil millones, con ingresos anuales de 5 mil millones. Es tuya si las liberas. ¿Aceptas?"
Eso números deslumbrantes solo enfurecen más a Liam: "¿Crees que hice esto por dinero? ¡Mi esposa murió al darme a mi querida hija, y tú la mataste antes de arruinar su nombre! ¿Crees que el dinero puede compensar algo de eso?"
"Sí." Le responde Sebastián con firmeza. Mi corazón se encoge cuando Liam aprieta el respaldo de mi silla, furioso.
Yo también lo estaría, si estuviera en su lugar.
"Revisé la lista de invitados, y quiero hablarte de eso... después que salgamos de aquí." Sebastián me dice eso sin previo aviso, y realmente me siento frustrada. ¡Por Dios! ¿Esa es la "verdad" que descubrió? ¡Qué buen trabajo de detective! No lo vuelvas a intentar. No tienes aptitud para eso.
"¡Basta! No puedo tomar represalias contra ese chico, y ya no me importa una mierda. ¡Alguien debe pagar y elegí a ti!" Grita Liam, perdiendo la paciencia. "¿Tu amante o tu esposa? Sebastián Knight, ¿a quién amas más?".
La mirada de Sebastián se posa en mí.
Sabía que me sacrificaría, pero me duele saber eso, como un puñal atravesándome el pecho.
"¡Sebastián!" Liam jala el pelo de Ava, exponiendo su cuello al cuchillo. "¿La amas?"
Con una voz fría, Sebastián le responde con un tono de voz firme e incluso sin dudarlo un instante: "No, jamás."

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