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Esa virgen es mia romance Capítulo 6

Aquí estoy yo,enfrente de la casa de

Ignacio, el plan es simplemente pillarles, no sé

sinceramente porque me he prestado a hacerlo pero no hay marcha atrás.

Son las 17:15 he llegado un poco tarde porque me ha costado

un pelín convencer al segurata que custodia la casa, de que soy una compañera

que quiere hacer un trabajo y no una ladrona que viene a allanar su propiedad.

La casa de los embajadores italianos es

grande,espaciosa y tiene un gran olor

a flores (alomojor les mola el tema de la

botánica) y cuando me iba a acercar un

poco más para inspeccionar,escuché los

primeros gemidos que venían de la planta de arriba.

Subí poco a poco las escaleras,para no

ser descubierta y cuando abrí la puerta

no me encontré a Ignacioy a Javiera sino a un señor que

parecía estar pasándoFrano muy bien con la que parecía la criada.

Ella pegó un grito tan alto que creo que cien kilómetros a

la redonda la hubieran oído.

-¡Lo siento muchísimo ,perdón , pensaba que está era la

habitación de Ignacio, lo siento!-La vergüenza que yo sentía en esos momentos

era tan grande que dudo que mi cuerpo pudiera soportarla un segundo más.

La vida se había vengado de mi, el universo me odio,he

intentado ser mala y me ha salido el tiro por la culata.

Ignaciosalió de la habitación de enfrente a toda prisa.

-¡Lo siento,lo siento, lo siento!- Tenía

puesta una camisa y unas bermudas de

baño que le quedaban estupendamente

bien.

Su cara no era rabia, ni confusión,

simplemente resignación. No parecía que hubiera estado

haciendo nada sospechoso

-El que debe disculparse soy yo, siento que hayas tenido que

ver eso.

Estaba bastante confusa, no tenía ni idea de lo que acababa

de ver, dos miembros del servicio acostandose no le encuentro el problema.

-¿qué he visto? Sólo son dos miembros del servicio

haciéndolo en...

-Siento que hayas tenido que ver a mi

padre tirarse a la criada.-Vale eso sí que

no me lo esperaba.

- No sabía que tus padres estuviesen

divorciados

El sonrió en una especie de mueca triste

-Y no lo estan, mi madre no sabe nada ella, piensa que los

lunes a las cinco de la tarde mi padre viene a adelantar trabajo desde casa

cuando realidad viene a follarse a una chica del servicio.

-Pero Javiera......-dije para mis adentros

-Con que has venido para comprobar si

estaba con Javira .- levantó una ceja y me lanzo una media

sonrisa que hizo que el corazón se me acelerara-La

pobrecilla está tan desesperada por que se lo vuelva a hacer

que se ha inventado que habíamos quedado hoy ¿adivino?

Es demasiado listo, es como el malo

de una peli en la que haga lo que haga

el protagonista él siempre gana y se

adelanta sus movimientos.

Decidí armarme de valor

-Sí. ¿De verdad habíais quedado?

Parece que no se esperaba mi sinceridad pero sin perder su

preciosa sonrisa se aproximó a mí.

-Nunca repito dos veces con la misma

chica nunca lo he hecho y nunca lo haré.

-Siempre hay una primera vez para todo- ¡Por que he tenido

que decir eso!

Soltó una preciosa carcajada y se acercó más a mi de manera

que sus labios y los míos quedaron a escasos milímetros.

-Ni si quiera tu me gustas tanto como para repetir

Esas palabras me dolieron no se por

que,tal vez fueron un puñetazo a mi

orgullo pero sentí una punzada en el

pecho.

-Tu no me gustas como para hacerlo una vez osea que dos

imaginate.

-¿Te tengo que recordar tus gemidos del

otro día?

Me da demasiada vergüenza recordar eso y sobre todo saber

que estuve a muy poco de dejar que siguiera.

-¿Tengo que recordarte los tuyos después de que me marchara?

situación ya la habría estampanado el

jarrón tan feo que había en una mesa

-Cuando te des cuenta de que sólo eres su puta quiero estar

en primera fila para ver tu cara. No tienes ni mitad de clase que mi madre tu

sólo te cepillas a mi padre a cambio de un extra en tu trabajo de mierda.

-¡Basta! Ignacioentiendo que te traigas

chicas para mantener relaciones sexuales pero sabes que los

lunes no puedes por lo tanto por eso y como has tratado a Hilary estás

castigado sin salir un mes.

Agazapada en las escaleras no pude

evitar salir en su defensa, la culpa me

consumía,al final yo había llegado pronto aposta, pero mala

suerte para mi que al levantarme me tropecé y caí por las escaleras.

-¿Que se supone que haces?.- Ignaciocorrió a ayudarme a

levantarme

Le ignore

-Señor Diaz soy Franchesca Welsch y venía

a hacer un trabajo con su hijo, Ignaciome advirtió que sólo

podía a partir de las siete pero me adelanté y....por favor no le castigue no

es su culpa.

-Cállate la boca-volvió a decirme entre

dientes

- Estoy intentado salvarte el culo

El señor Diaz se levantó y se aproximo a mí. Me lanzó una

mirada lasciva y se mojó los labios mientras posaba su vista en mi escote

- Esa caída ha tenido que dolerte sobre todo a una

preciosidad como tú ¿puedo ofrecerte algo un té un café?

- No gracias,sólo quería dejar claro que la culpa no ha sido

de su hijo sino...

- No te preocupes querida-posó la mano

en mi cadera.- Ignaciote perdono el

castigo.

- Franchesca es mejor que te marches.- Ignaciodetrás de mi

parecía estar notando las intenciones de su padre.

Asenti

-Ha sido un placer señor Diaz

-El placer es mío querida.

Y tan rápido como entre salí de aquella

casa.

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