Esposa sustituta romance Capítulo 8

Angustiada, entró al vestidor donde comienzo a desvestirse, para asearse y poder colocarme el vestido de dama de honor, que dudo vaya a ser necesario colocarse, pero, ¿cómo le voy a decir que no a Harding Lennox?

Termino de bañarme y es cuando mi madre, entra angustiada y me observa, es allí cuando con dos pasos está frente a mí y con una bofetada, me petrifica.

Sabía que yo sería la que iba a recibir todo el enojo que tienen por Marisa, pero, no creí que fuera tan pronto — murmuro con mi mejilla doliendo.

— ¿Esto era lo que estabas haciendo? En ves de buscar a tu hermana, has decidido tomar una relajante ducha, mientras te regocijas de cómo tu hermana no va a casarse con él hombre que tanto amas, ¿no es así?

— Madre, si fuera así, no habría buscado a Marisa desde que me desperté.

— Eso fue porque yo te lo ordené. Pero claro, como ya sabes que no va a estar aquí a tiempo, decidiste relajarte y disfrutar del caos que se avecina. Pero, lamento darte esta mala noticia. Ya que, como una Stewart, sufrirás la ira de Harding por haber quedado en el altar, ¿lo entiendes? — pregunta molesta y yo asiento.

— Lo entiendo, madre. — susurro en un hilo de voz.

— Que decepción. ¿Por qué no desapareciste tú? Eso nos hubiese hecho un favor — dice mi madre para después marcharse.

Con dolor, respiro profundo e imploro que esos pensamientos malos que amenazan con invadirme, no puedan tocarme. Cuando abrumada por sus palabras, me siento en el borde de la cama, la puerta vuelve a abrirse, causando que rápidamente limpie mis mejillas húmedas por las lágrimas.

— Mariam… — me llaman y yo sé quien es sin levantar la mirada.

— Harding, ¿podría salir? Estoy en salida de baño y no es apropiado que nos veamos así. — murmuro.

— Oh, lo siento. No lo había notado. Si ves a tu hermana, por favor, que conteste mis mensajes, mis padres ya han llegado de Alemania y quieren conocerla antes de la ceremonia. — informa Harding y yo asiento.

Él se marcha y yo camino hacia la puerta que cierro con seguro, para después, dejarme caer en el suelo. Sin dudas, las cosas se complica con cada minuto y lo peor, es que es a mí a la que se me complica, como si yo fuera la persona que terminó fumándose con quien sabe quien hacia sabrá Dios donde.

Respiro profundo y avanzo hasta el armario donde están los vestidos que yo escogí, para colocarme el mío deseando que al salir de la habitación, Marisa se encuentre aquí.

Sigue soñando, Miley — me dice mi mente y yo salgo de la habitación, perfectamente vestida, encontrando más caos del que ya estaba.

Mi padre, mira de un lado al otro y camina o más bien, corre hacia una de las habitaciones, pero la voz firme de Harding lo detiene, demostrando de quien huía.

— Señor Stewart, estaba buscándolo, mis padres quieren saber donde están preparando a Marisa para la boda. He estado preguntando a la organizadora de eventos, pero, ella me da información errónea. Por lo que, usted si debe saber donde se encuentra. — dice Harding siendo acompañado por una pareja de avanzada edad.

— Mira, ¿es ella? — pregunta la mujer sonriendo hacia mí y yo me quedo inmóvil, mientras Harding mira hacia mí.

— No, madre. Ella es mi cuñada. — responde Harding y yo me acerco a saludar, porque ya no puedo escapar de esta situación.

— Un gusto, mi nombre es Miley Stewart.

— Me llamo Aarón Lennox

— Y yo Anne Lennox — saluda la mujer con ternura.

Es evidente que el aura fría y sería de Harding, la ha aprendido de su padre, Aarón, como también, el cuidado que tiene con su mujer. Sonriente, los saludo, mientras Harding continúa esperando una respuesta de mi padre.

— ¿Dónde está Marisa? — pregunta Harding nuevamente con poca paciencia.

— Bueno, yo también la estoy buscando.

— ¿La has visto por lo menos?

No.

Capítulo 8 Temor 1

Capítulo 8 Temor 2

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