Jefe Irresistible: Rendida a su Pasión romance Capítulo 36

Estaba maravillada con el placer que Alessandro sentía en mi boca. Chupé y lamí toda su polla hasta dejarla limpia. Pasé la lengua por mis labios; Alessandro me miraba como si estuviera embriagado, con una sonrisa hermosa en el rostro. Me acarició la mejilla con el pulgar y me levantó para abrazarme, susurrándome al oído:

— ¡Eres maravillosa! ¡Deliciosa! ¡Y tienes una boquita muy golosa! Pero ahora, quiero que estés acostada en esta cama. — Me tomó en brazos y me recostó sobre la cama, recorriendo mi cuerpo con sus manos, mirándome como si fuera una diosa.

Se acostó sobre mí y comenzó a besarme, tocando todo mi cuerpo con sus manos. Llevó una mano a mi intimidad y me introdujo un dedo, entrando y saliendo lentamente, luego añadió un segundo dedo.

— Joder, Catarina, estás empapada, lista para mí, así no me resisto. — Dijo con los ojos brillantes, y sentí su polla, que estaba semi-rígida, endurecerse como acero de nuevo. — Quiero comerte de muchas maneras, pero quiero hacerlo sin condón. ¿Puedo? — preguntó con los ojos brillantes.

— Sí, claro, confío en ti y tomo anticonceptivos.

Sonrió y me besó, posicionándose entre mis piernas y comenzando a entrar en mí. Era delicioso, el lento movimiento con el que se hundía en mí y se deslizaba tan suavemente, era una dulce tortura, y gemí sintiendo mi vagina humedecerse aún más como invitándolo a ir más profundo.

Me miró a los ojos y dijo:

— Es como estar en el paraíso, eres perfecta, hecha a mi medida, deliciosa, caliente, muy húmeda y apretaditta. ¿Cómo te sientes? — Me miraba a los ojos buscando alguna incomodidad, queriendo saber si estaba bien.

— Estoy en éxtasis, tenerte llenándome es maravilloso, pero, por favor, ¡necesito que te muevas! — le supliqué, deseando sus movimientos y el roce entre nosotros, me estaba volviendo loca de deseo por este hombre.

— Me moveré ahora entonces, mi linda. — dijo sonriendo y comenzando a moverse lentamente.

Se retiró de mí y cuando volvió a entrar lo hizo con toda su fuerza, y mi vagina se apretó a su alrededor.