La Cenicienta Guerrera romance Capítulo 156

Nadie conocía a Úrsula mejor que Santiago.

Aunque su matrimonio duró menos de un año, Úrsula estaba completamente entregada a él.

Por él, se maquillaba de forma llamativa.

Por él, solo vestía de gris.

Como a él le gustaban los sabores suaves, Úrsula nunca comía alimentos picantes o de sabor fuerte.

Como a él le gustaba el perfume con olor a mandarina.

El perfume de Úrsula siempre era de mandarina.

Después del divorcio, para llamar su atención, Úrsula se quitó el maquillaje recargado y adoptó un estilo más natural.

Más tarde, se unió a AlphaPlay Studios.

Dio un rodeo tan grande solo para volver a casarse con él.

Porque Úrsula no podía vivir sin él.

Rafael no entendía muy bien la lógica de Santiago. Solo pudo explicarle con paciencia:

—Santi, ahora no deberías estar pensando en volver a casarte con Úrsula, sino en cómo superar esta crisis. El Grupo Ríos ha invertido todos sus fondos en Galaxia. Ahora que Galaxia ha fracasado y *Leyendas del Alba* es un éxito, ¡muchos socios han pedido cancelar sus contratos!

Aunque Rafael ya empezaba a sospechar que el éxito anterior del Grupo Ríos se debía a Úrsula, todavía tenía una pizca de esperanza en Santiago.

Si Santiago realmente tenía talento para los negocios, este golpe no debería ser un gran problema para él.

Santiago se masajeó las sienes, con el rostro lleno de cansancio.

—Menos palabrería. ¡Ve ahora mismo a contactar a Úrsula y dile que venga a verme!

—Lo siento, Santi —negó Rafael con la cabeza—. No tengo esa capacidad. Si crees que tienes el encanto para que Úrsula vuelva a casarse contigo, entonces ve a buscarla tú mismo.

Santiago se quedó perplejo.

—¿Qué dices?

Rafael siempre había sido su seguidor, nunca se atrevía a contradecirlo o desobedecerlo.

Pero hoy.

¡Rafael se atrevía a hablarle así!

Se había rebelado.

Rafael miró a Santiago.

—Dije que lo siento, ¡no tengo la capacidad para contactar a Úrsula!

Dicho esto, Rafael pareció tomar una decisión importante.

—Santi, antes te admiraba, quería ser un prodigio financiero como tú. Pero después de este tiempo aprendiendo a tu lado, me he dado cuenta de que las cosas no son como yo pensaba. El prodigio financiero de la década, creo, ¿debe ser otra persona, verdad?

Santiago abrió los ojos como platos, señaló a Rafael y gritó:

—¡Rafael! ¿Me estás cuestionando? ¡Tú, un novato que antes ni siquiera entendía un informe financiero, qué derecho tienes a cuestionarme?!

Las palabras de Rafael hirieron profundamente el orgullo de Santiago.

Era como si le hubieran restregado la cara contra el suelo.

Al ver la reacción de Santiago, Rafael supo lo que pasaba.

No había necesidad de preguntar más.

Rafael se quitó la credencial del cuello.

—Santi, Úrsula no se volverá a casar contigo, ¡deja de soñar! Y yo, debo dejar el Grupo Ríos.

—¿Vas a dejar el Grupo Ríos? —preguntó Santiago, incrédulo.

—Sí.

Rafael asintió.

—¿Estás seguro? —preguntó Santiago, señalando a Rafael.

—Sí, estoy seguro.

Santiago se rio de la rabia.

—¡Bien! ¡Vete! Rafael, te lo advierto, el Grupo Ríos no es un lugar al que puedas entrar y salir cuando quieras. De ahora en adelante, te será difícil volver a poner un pie aquí.

Rafael no dijo nada más, solo miró a Santiago y se dio la vuelta para irse.

Mirando la espalda de Rafael.

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