La Danza del Despertar romance Capítulo 79

Todos notaron que entre esas dos personas el ambiente se sentía un poco raro.

Mientras tanto, Cynthia no dejaba de mirar a ambos con los ojos brillando de emoción.

¡Definitivamente hacían una pareja perfecta!

Vanesa agradeció en voz baja, recibió el cuchillo para pastel y, después de cortar la primera rebanada, todos comenzaron a aplaudir y vitorear. Aquella alegría tan contagiosa le pintó una sonrisa más amplia en el rostro.

Por fin, de vuelta en Puerto San Sebastián, rodeada de su familia y sus amigos.

Qué bueno era estar en casa.

Después de cortar el pastel, Vanesa repartió primero a los niños presentes.

Con tantos amigos, era natural que algunos ya estuvieran casados y tuvieran hijos, así que varios pequeños habían venido a jugar ese día.

A los adultos el pastel no les llamaba tanto la atención, pero los niños estaban felices, emocionados de compartir con sus amigos.

Aunque normalmente no faltaba comida en sus casas, comerse un pedazo de pastel en medio de tanta algarabía, rodeados de sus compañeros, siempre era especial.

Uno de los niños, emocionado al recibir su pastel, sin querer empujó el florero que decoraba la mesa.

Pablo reaccionó al instante, sujetando el florero antes de que cayera. Se agachó junto al niño sobresaltado y le habló con una sonrisa tranquila:

—No pasa nada, lo importante es que no te lastimaste.

—Gracias, señor —el niño le respondió con los ojos resplandecientes.

Pablo sonrió y le revolvió el cabello con cariño.

La bienvenida continuó entre risas y pláticas. Ya entrada la noche, muchos se sentaron en pequeños grupos, cansados pero contentos, platicando de lo que fuera.

Cynthia, que ya había tomado de más, trataba de contar chistes, pero acababa riendo a carcajadas antes de que los demás le entendieran la gracia.

Vanesa estaba sentada en un sillón junto a la baranda, contemplando la ciudad iluminada.

El viento de la noche le acariciaba suavemente el cabello.

Entonces, escuchó una voz masculina y apacible junto a ella.

—Señorita Galindo.

Vanesa volteó y vio a Pablo de pie a su lado.

—Señor Morán.

Ella se puso de pie.