La esposa misteriosa escondida detrás de él romance Capítulo 56

Por otra parte, Hernán acababa de recibir el mensaje de Camilo, quien envió un mensaje de voz de vuelta.

Camilo: «Hola Hernán, ¿ya estás en casa? No duermas en la carretera, unos perros salvajes podrían comerte vivo».

Javier: «¡Ja, ja, ja! Será capaz de alimentar a cinco perros».

Hernán: «Cállate, Javier. No voy a beber más» refutó Hernán de buen humor.

Los otros tres pensaron que estaban alucinando cuando escucharon a Hernán, quien básicamente vivía en un bar, anunciar que no iba a beber más. Camilo entonces envió un mensaje de texto: «¿Qué?» Javier se apresuró a añadir a eso: «¿Qué demonios?» Justo entonces, Valentín, quien rara vez aparecía en el chat, envió un mensaje de voz al grupo: «¿Qué les sucede?»

Tras su aparición, Javier envió un mensaje de voz: «¡Demonios! Hernán, tus tonterías han obligado a nuestro hombre ocupado a salir de su escondite, date prisa y dinos que estás bromeando».

Había estado bebiendo de manera continua porque no podía encontrarla y, ya que la había encontrado, no había razón para que siguiera bebiendo. Mientras Ariadna estuviera en el país, aunque ella no le dijo la forma de comunicarse con ella, encontraría otras cien formas de llegar a ella; entonces crearía la oportunidad para que se encontraran. Amor a primera vista, eso fue lo que le ocurrió a él; sonaba absurdo, pero esa era la realidad. «¿Quién no se enamoraría de una muchacha valiente, amable y bonita?»

En el momento en que se envió el mensaje de voz de Hernán, Javier le respondió con un emoticón de celebración. «¡Felicidades! ¿Podemos saber quién es esta muchacha? Date prisa y proponle matrimonio, si no acepta, la secuestraremos y la llevaremos a tu cama por ti». Al leer el mensaje, Hernán frunció el ceño; tal vez había bebido demasiado, pues empezó a imaginarse a Ariadna en su cama. Sin poder evitarlo, se dio vuelta y miró hacia la cama; sin embargo, un segundo después se dio una bofetada. ¡Zas! Con el fuerte sonido volvió a la sobriedad. «¿Qué clase de basura soy? Sol es una diosa para mí,

¿cómo puedo pensar en ella de esa manera?»

Hernán respondió irritado: «¡Javier, si vuelves a decir algo así, te despellejaré vivo».

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