La Esposa que Quemó su Pasado romance Capítulo 32

Nerea sonrió y dijo:

—No, vengo a solicitar trabajo.

—¿Y tu esposo está de acuerdo?

Nerea respondió:

—Lo que yo decida hacer, es asunto mío. Él no tiene por qué meterse.

El profesor Méndez soltó una sonrisa resignada.

—¿Peleaste con él o qué?

—Nada de eso, profesor Méndez, ¿y usted? ¿Viene de vacaciones?

El profesor Méndez alzó las manos, como diciendo que no tenía opción.

—¿Vacaciones aquí? Con estos precios, ni soñarlo. Resulta que pronto habrá un congreso académico en Ciudad Selénico y escogieron este hotel para hospedar a los invitados. Yo estoy aquí en representación de la universidad para recibirlos.

Nerea asintió.

—Ya veo.

—Bueno, ya se hace tarde, no puedo hacerlos esperar. Me voy para arriba.

—Está bien.

Después de despedirse del profesor Méndez, Nerea escuchó su nombre y entró a la entrevista.

Había investigado antes por internet cómo suelen ser las entrevistas para gerente de hotel: idiomas, relaciones públicas y, sobre todo, presencia personal.

Nerea tenía todo para impresionar. Era alta, de piel clara, curvas marcadas y cuello largo, luciendo como una belleza de portada.

Además, sabía tratar a la gente con educación y su forma de expresarse era natural y segura.

En cuanto a idiomas, aparte del inglés, en la universidad aprendió francés y alemán por su cuenta, y se defendía con el chino en conversaciones básicas. Era todo un comodín.

Superó las primeras tres rondas sin mayor problema, dejando atrás al noventa por ciento de los aspirantes.

Al final, solo quedaron tres candidatos.

Uno era un tipo, doctorado en una universidad de prestigio internacional, su currículum deslumbraba y por eso había llegado tan lejos.

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