La Heredera del Poder romance Capítulo 1582

En la mansión de los Zesati, Luciana no le tenía miedo a nadie.

Excepto, quizás, a Sebastián.

Porque en la mansión de los Zesati, Sebastián era realmente el pilar de la familia.

Así que, delante de Sebastián, tenía que actuar como si estuviera muy contenta con Gabriela.

¡No podía dejar que Sebastián sospechara nada!

"Mira qué guapa está esta niña. ¡Realmente hermosa!" dijo Luciana, aunque no lo pensara realmente.

La abuela Zesati estaba asombrada.

Si no lo hubiera visto con sus propios ojos, jamás habría creído que era Luciana.

Este cambio de actitud era más rápido que voltear una página.

¡Era impresionante!

Vicky levantó la mirada hacia Gabriela y exclamó con cierto asombro: "Ya había escuchado a la tía Eva y a algunas primas decir que nuestra futura cuñada era como un ángel caído del cielo, y hoy al verla, realmente me deja sin palabras. Yo frente a la futura prima política..."

Mirando de cerca, el rostro de Gabriela no mostraba señales de cirugía estética.

Vicky estaba llena de curiosidad.

¿En qué clínica de cirugía estética se habría hecho Gabriela?

Incluso con la cirugía estética sin marcas, no sería posible alcanzar tal grado de perfección.

Tal vez, ¿Gabriela no había hecho ninguna cirugía estética?

No.

No podía ser.

¿Cómo podría ser alguien tan bella por naturaleza?

Además.

En este mundo, ¿realmente existía la belleza natural?

Esas influenciadores y celebridades, ¿quién no había pasado por el quirófano?

Así que.

Gabriela definitivamente había tenido cirugía.

Debe haber sido una cirugía de alta gama.

Tal tecnología de cirugía estética aún no estaba disponible en el país.

A menos que.

Ella se hubiera operado en el extranjero.

Sí.

¡Gabriela definitivamente se había operado en el extranjero!

Si lo hubiera sabido, ella también habría ido al extranjero a operarse.

Aunque su cirugía fue muy exitosa, si uno llegara a observar de cerca, aún podía notar algunas pequeñas imperfecciones.

Por eso, siempre llevaba un maquillaje ligero.

Pero en el rostro de Gabriela, sin maquillaje, no se podía detectar nada.

Simplemente se podría describir como exquisitamente bella.

Frente a una belleza tan grande que incluso sabiendo que era producto de la cirugía, Vicky no podía evitar sentir envidia.

Una envidia subconsciente.

Solo lamentaba no haber conocido a Gabriela anteriormente.

Pero, aún no era tarde.

Mientras no temiera al dolor, también podría ser como esta.

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