"¡La hija biológica de Sofía es bastante hermosa! Se parece a Sofía."
"Es atractiva, pero lástima que sea una hija bastarda que nadie quiere."
"Ni sé qué pasaba por la cabeza de Sofía, con lo guapa que es, ¿a quién no podría haberse casado? ¡Tenía que meterse de amante! Al final no consiguió nada y acabó viviendo en un sótano."
"Escucha lo que dices, ¿dónde si no iba a vivir una amante? ¡Eso le pasa por destruir un hogar!"
"¡Eso es el karma!"
"......"
Al rato, Sofía llegó con Gabriela al establecimiento de parrillada donde trabajaba habitualmente.
La dueña del asadero era una mujer de unos cuarenta años, Linda Gual.
Al escuchar que Sofía quería renunciar, Linda dijo molesta: "Justo estamos en la temporada alta, y tú saliendo con que quieres renunciar así de repente, ¿dónde vamos a encontrar a alguien en tan poco tiempo?"
Con mucha vergüenza, Sofía le dijo: "Jefa, ¿no habrá forma de que podamos arreglarlo?"
"Soy dueña del establecimiento de parrillada, no me dedico a la caridad. Si todos mis empleados fueran como ustedes, mejor cerraría el negocio. Si quieres renunciar, deberías avisarme con al menos un mes de antelación para buscar a una persona que te reemplace. No es simplemente con que vengas a decir ‘me voy’ y ya. Puedes renunciar, pero te descuento un mes de sueldo."
Al oír esto, Sofía respondió de inmediato: "Entonces no renuncio."
Un mes de sueldo eran más de dos mil dólares.
Si se lo descontaban todo, sería un profundo dolor para ella.
Gabriela miró a Linda: "Tía, mi madre está enferma y necesita tiempo para recuperarse. ¿Qué tal si ocupo yo su lugar por un mes y así le doy tiempo para buscar a alguien? ¿Qué le parece?"
"¿Tú?" Linda la miró de arriba abajo, "Niñita, no es broma, este trabajo no es para ti."
¿Una chica de brazos y piernas delgadas podría con eso?
Sofía tiró de la mano de Gabriela: "Gabi, quizás deberíamos dejar ese mes de sueldo..."
Gabriela sonrió levemente y luego se dirigió a Linda: "Tía, ¡déme una oportunidad! Si no puedo con el trabajo, simplemente puede despedirme."
Aunque no era mucho, el sueldo era el fruto del esfuerzo de Sofía.
Gabriela no quería que el trabajo de un mes de su madre se perdiera así nomás.
Linda dijo sonriendo: "Bueno, por ese cariño que le tienes a tu madre, te daré una oportunidad. Pero te lo digo claro, si no puedes con el trabajo, te vas de inmediato."

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