La Heredera del Poder romance Capítulo 2951

Sebastián todavía no se había dado cuenta de que Prince había desaparecido.

Estaba buscando algún juguete para Prince.

En ese momento, vio que una niña de unos ocho o nueve años tenía el juguete de Prince en la mano.

Sebastián se acercó enseguida a la niña y le dijo:

—Oye, pequeña, ese juguete...

Pero no alcanzó a terminar la frase cuando la niña lo miró con cara de sabelotodo y le soltó:

—¿Y tú de qué familia eres? ¿Así es como les hablas a tus mayores?

¿¿¿???

Sebastián se quedó pasmado.

¡Qué manera tan mandona de hablar tenía esa chiquilla!

Estaba a punto de decirle algo, de explicarle que los niños no podían hablarle así a los adultos, cuando Adam apareció y dijo:

—"Tía abuela".

¡Tía abuela!

Sebastián se quedó aún más confundido.

¿Adam le había dicho tía abuela a esa niña?

¡Era de no creerse!

La niña miró a Adam y asintió con la cabeza:

—¿Tú eres Adam, verdad? Hace años que no te veía, ya casi no te reconozco.

Adam asintió también y luego dijo:

—"Tía abuela", él es el novio de Gabi.

Después miró a Sebastián y le presentó:

—Esta es la pequeña tía abuela.

Sebastián no pudo decir ni una sola palabra.

¿Así que esto era lo que decían de los niños con un parentesco tan alto?

La niña, al ver que Sebastián seguía callado, se puso las manos detrás de la espalda y negó con la cabeza, suspirando como toda una señora:

—Estos jóvenes de hoy en día, de verdad que ya no saben comportarse...

Y al final hasta suspiró como si de veras fuera una abuela de la familia.

Sebastián: "..."

Adam intervino entonces:

—Abuelita, allá hay helado para servirse uno mismo.

—¿De verdad? —La cara de la niña cambió por completo. —¿Dónde?

Adam le señaló la dirección y la niña salió disparada hacia allá.

Adam le explicó a Sebastián:

—Esa niña es de la familia de mi abuela, la abuela la tiene que llamar hermana menor de su mamá... Bueno, es un rollo, pero el caso es que mi bisabuela tuvo a esta hija ya casi a los cincuenta, así que la consienten como no tienes idea.

Sebastián siempre había sabido que Gabriela tenía un parentesco lejano, pero jamás se imaginó que fuera incluso menor que una niña de ocho años.

¡Vaya sorpresa!

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