La Heredera del Poder romance Capítulo 313

Al mencionar al Sr. Sebas, la ira en el rostro de Valeria se disipó un poco.

Olga continuó: "Vale, eres demasiado impulsiva, ¿no puedes pensar por qué te golpeé? ¿Realmente crees que no tenía un motivo?"

Valeria era demasiado joven.

Había muchas cosas que simplemente no se podían discutir con ella.

"¿Mamá, estás escondiéndome algo?" Valeria no era tonta, y enseguida captó la indirecta en las palabras de Olga.

"Piénsalo tú misma." Olga se levantó. "Tengo que llevar la sopa nutritiva a la casa de tu abuela Jana."

"¡Yo también voy!"

Valeria se levantó para seguirla, pero al recordar las heridas en su rostro, se sentó de nuevo.

¡Pronto estaría desfigurada!

¿Cómo podría ver a la gente en ese estado?

¡Todo era culpa de esa maldita anciana!

Si no fuera por tener que preparar esa medicina para la vieja, nunca habría sido golpeada por Olga.

Valeria se mordió el labio.

Olga continuó: "Quédate en casa tranquila, mandaré a alguien con la medicina."

Dicho esto, Olga se dio la vuelta y se fue.

No pasó mucho tiempo antes de que llegara a la casa de la familia Lozano.

Ángela salió a recibir a su madre, "¿Hoy Vale no tenía clases? ¿Por qué no vino contigo?"

Al recordar los eventos del día, Olga suspiró, "Esa niña es demasiado inmadura."

"¿Qué ha pasado?" Ángela frunció el ceño.

Olga negó con la cabeza, "No tiene sentido hablar más de eso."

Ambas caminaron juntas, y en ese momento, Adam salió de la casa.

A pesar de pasar junto a Olga, ni siquiera la saludó.

Un destello de descontento pasó por la mirada de Olga.

Algún día ella se casaría con Rodrigo de la familia Lozano y sería la madre de Adam.

Adam estaba siendo cada vez más descarado.

Antes, por lo menos fingía un poco de cortesía al verla, ¡ahora ni siquiera se molestaba en fingirlo!

Después de que él se alejó, Olga dijo en voz baja: "¿Ha prestado atención al asunto que le mencioné la última vez?"

Ángela miró a su alrededor, y al ver que no había nadie cerca, se puso de puntillas y susurró algo al oído de Olga.

Al escucharla, una sonrisa se reflejó en la comisura de los labios de Olga.

¡Excelente!

¡Eso era maravilloso!

¿Adam pensó que había ganado la última vez?

Esta vez, Olga quería ver cómo iba a revertir la situación.

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