La Heredera del Poder romance Capítulo 454

¡Qué vergüenza!

Adrián miró con cierta confusión, pero al ver que la recién llegada era Gabriela, se apresuró a levantarse y acercarse.

No necesitaba pensar para saber que Adrián seguramente se acercaba para deshacerse de Gabriela.

Después de todo, ¿qué era Gabriela en comparación con ella?

¿Podría Gabriela traer enormes beneficios al grupo GY?

Yolanda se ajustó su pendiente y una sonrisa satisfecha se reflejó en su rostro.

Si Gabriela supiera que Adrián estaba allí para echarla, seguramente no podría aceptarlo. Podría incluso llegar a suplicar desesperadamente, haciendo algo vergonzoso.

Mostrando su peor faceta.

Yolanda observaba tranquilamente desde afuera, imaginando el bochorno de Gabriela, y

demasiados días!

¡Finalmente vería a Gabriela hacer el ridículo!

Pero justo en ese momento, Adrián no solo no echó a Gabriela, sino que le susurró algo al oído y luego ambos se dirigieron juntos hacia adentro de la casa.

Y además, con un comportamiento muy reservado.

¿Qué estaba pasando?

Yolanda frunció el ceño, ¿sería que sin el permiso del jefe Yllescas, Adrián tampoco se atrevía a echar a Gabriela?

En ese momento, los dos ya habían entrado en la casa.

Con el rostro frío, Yolanda dijo, "Sr. Espinosa, ¿todavía no se lo dije? Si quieren que siga colaborando con ustedes, por favor, hagan que esta presentadora de segunda desaparezca de mi vista inmediatamente".

Adrián respondió sonriendo: "Señorita Muñoz, ha habido un malentendido, esta dama es la fundadora de GY, la jefa Yllescas".

¡Boom!

Algo explotó de repente en la mente de Yolanda.

Su rostro se puso pálido al instante.

¿La jefa Yllescas?

¿Qué acababa de llamar Adrián a Gabriela?

¡La jefa Yllescas!

¡Gabriela era la fundadora de GY!

¿Pero cómo era eso posible?

¿Cómo podría ella ser la fundadora de GY?

¡Imposible!

¡Eso era imposible!

Ella, una renacida con un sistema, ni siquiera había podido crear su propia empresa.

¡Gabriela no era más que una inútil!

¿Cómo podía llegar a merecérselo ella?

Yolanda alzó la mirada hacia Adrián, tratando de mantener la calma: "Sr. Espinosa, ¡deja las bromas! ¡Cómo podría ser la fundadora de su compañía alguien como ella!".

Era una broma.

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