La Heredera del Poder romance Capítulo 554

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“¡No es tanto! ¡Solo tienen 11 años de diferencia! ¡Un hombre de 31 años está en la flor de su vida! Además, ¿Sebastián parece alguien de 31 años?” Sergio continuó: “Y con la edad se aprende a cuidar a los demás. Nuestra Gabi es increíble, ¿cuántos de su edad la llegan a los talones? Esto es una unión de iguales.”

Sergio agregó: “Además, has visto a la abuela de la familia Zesati, ¡es una señora tan amable!, y le encanta Gabi. Cuando Gabi se una a su familia, la cuidarán como un tesoro.”

“¡Y Sebastián es un buen chico! Cuando llegue el momento, Gabi definitivamente será la que tome las decisiones en casa.”

Sofía estaba confundida.

Parecía tener sentido todo lo que Sergio decía.

Después de pensar, Sofía dijo: “Pero Gabi solo tiene diecinueve años, no quiero que se case tan joven.”

Sergio miró a Sofía y dijo, “Hermana, solo quiero que Gabi empiece a salir con Sebastián, no que se casen de inmediato. Mira, yo soy un buen ejemplo, no disfruté de relaciones serias cuando era joven, y ahora que quiero encontrar una novia, ¡he sido engañado dos veces! Conozco bien a Sebastián, él nunca engañaría a Gabi.”

Sofía se sentía cada vez más convencida.

Sergio tenía puntos válidos.

Lo más importante en el amor era la integridad, y ella había sufrido por no conocer bien a su pareja en el pasado.

Sebastián tenía buenas cualidades, tanto externas como internas, definitivamente era alguien que Gabriela debería considerar.

Al ver que Sofía se convencía poco a poco, Sergio respiró aliviado.

En otro lugar…

Sebastián llevó a Gabriela a una tienda de dulces.

El lugar estaba en el bullicioso casco antiguo, los dueños eran una pareja mayor que habían heredado el negocio de sus padres, y llevaban más de cuarenta años con él.

Cuando Gabriela y Sebastián llegaron, el lugar estaba lleno y tuvieron que esperar unos diez minutos para conseguir una mesa.

Sebastián le pasó el menú de dulces a Gabriela.

Gabriela ordenó tres tazones de dulces de golpe y luego le pasó el menú a Sebastián.

Sebastián observó las recomendaciones populares del menú y dijo, “Veo que el especial de la casa es el batido de leche con batata y tapioca, ¿quieres probar uno?”

Gabriela negó con la cabeza, “Mejor no, no me gusta la batata.”

Justo entonces, recordando lo que Joel le había dicho, Sebastián le dijo al camarero: “Además de lo que ya pedimos, trae dos batidos de leche con batata y tapioca.”

Gabriela levantó una ceja, “¿Vas a comer dos de esos?”

Sebastián cerró el menú, “Uno es para ti.”

“En verdad no me gusta la batata, con uno es suficiente.”

Sebastián cerró el menú, “Sé lo que te gusta, delante de mí no tienes que reprimirte.”