La Heredera del Poder romance Capítulo 848

Gabriela realmente no quería hablar tanto frente a Verónica.

Pero es que esa mujer simplemente no podía dejar de hablar.

Si Verónica estaba buscando sentirse incómoda, Gabriela estaba más que dispuesta a complacerla.

Al escuchar, el rostro de Verónica cambió, y de inmediato comenzó a examinar detenidamente su pulsera.

El distintivo con la letra C en el cierre de su pulsera, efectivamente, parecía un poco borroso...

¿Acaso su pulsera era falsa?

Gabriela ya no prestó más atención a Verónica y se dirigió hacia la salida.

Verónica tardó un buen rato en reaccionar.

Ella al principio quería usar la pulsera para ganarse a Gabriela.

Quién hubiera pensado que, no solo no lograría ganarse a Gabriela, sino que terminaría siendo humillada por ella... al ser descubierta por Gabriela que sus pulseras eran una imitación.

¡Una imitación!

Nunca pasó por la mente de Verónica que el proveedor con quien había trabajado durante tres años se atrevería a venderle productos falsificados.

¡Ella ni siquiera conocía al director Uli de HT!

Para obtener esa edición limitada de collar, había pagado casi cinco veces su precio original.

No esperaba terminar con un producto falso.

Quedar en ridículo frente a Gabriela dejó a Verónica muy incómoda.

Verónica siempre había sido cuidadosa en sus acciones, esa era la primera vez que sufría una pérdida tan grande frente a otros, no solo perdiendo la cara sino también siendo descubierta por Gabriela que realmente no conocía al director Uli de HT.

Mirando en la dirección en la que Gabriela se había ido, Verónica frunció el ceño.

Después de un largo rato, Verónica finalmente logró calmarse y salió del baño.

Si Gabriela no conocía a Uli, ¿cómo sabía tanto sobre el collar diseñado por el gran artista Salix?

¿Sería que había investigado en línea?

Si Gabriela también estaba mintiendo, definitivamente no se atrevería a revelar que no conocía al director Uli...

Verónica se sintió aliviada.

De hecho, Gabriela ni siquiera consideraba a Verónica.

...

Con el año nuevo acercándose, los tres hermanos de la familia Lozano regresaron de distintas partes del país para celebrar la cena de reunión familiar. Durante la cena, Jana volvió a mencionar el asunto personal de Adolfo.

Adolfo, sonriendo, dijo: “Mamá, sé que estás ansiosa, así que he decidido que voy a traer a alguien para que todos la conozcan pronto.”

"¿En serio?" Los ojos de Jana brillaron con emoción.