La Heredera del Poder romance Capítulo 93

"¿De qué estás hablando?" Sofía no pudo reaccionar de inmediato.

Sara continuó: "El señor Lazcano, quien se encuentra afuera, tiene 55 años. Aunque no lo parezca, es un verdadero multimillonario. Si tú te casas con él, tendrás todos los lujos y la riqueza que puedas imaginar."

Sí, eso era exactamente lo que Sara tenía en mente.

No se había portado así con ella porque le sintiera un cariño especial a su hermana Sofía.

Sino que Félix quería aprovechar la ocasión para hacer contacto con Julio y convertirlo en su inversor.

Aunque Sofía ya pasaba de los treinta y había tenido una hija, era realmente hermosa, con una mirada que encandilaba y una sonrisa que desarmaba a cualquiera.

Sofía frunció el ceño, "¿Quieres decir que...?" El resto de la frase era obvio sin necesidad de palabras.

Sara asintió con la cabeza.

Sofía rechazó la idea: "¡Hermana! Aprecio tu buena intención, pero no tengo planes de volver a casarme en este momento."

Sara sonrió, "Sofi, estás malinterpretando la situación. No te estoy pidiendo que te cases de nuevo."

Parecía que su hermanita se tenía en muy alta estima.

¿Acaso pensaba que Julio realmente la tomaría como esposa?

¡Eso era realmente gracioso!

¿Realmente creía que cualquiera podría casarse con una persona rica?

"Entonces, ¿a qué te refieres?" preguntó Sofía, confundida.

Sofía levantó la mirada hacia Teresa, con los ojos ligeramente enrojecidos.

Sara le dio unas palmaditas en el hombro a Sofía, "Sofi, lo que dice mamá es duro pero cierto. En tu situación, que el Sr. Lazcano se interese en ti en realidad es una suerte. Es bastante rico que, si te unes a él, serás una mujer acaudalada. Todo esto es por tu bien..."

"¡Esto es absurdo!" Sofía interrumpió antes de que Sara pudiera terminar, "¡Hermana, no sigas! ¡No voy a aceptar!"

¿Convertirse en la amante de alguien?

Sara realmente tenía el descaro de sugerirlo.

Sara frunció el ceño, no esperaba que Sofía fuera tan desagradecida.

Que Julio no se preocupara por su pasado ya era suficiente, y ahora ella ni siquiera quería seguirle el juego a Julio.