Resumo de Capítulo 1116 Somos adecuados el uno para el otro – Uma virada em La Heredera Divorciada Billonaria de Internet
Capítulo 1116 Somos adecuados el uno para el otro mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de La Heredera Divorciada Billonaria, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Eric bloqueó el camino de Nicole.
La miró con una mirada oscura y sombría.
“Nicole, no me has dicho la respuesta”.
Ella lo miró sin comprender.
“¿Qué respuesta?”.
“¿Por qué él? Si puedes estar con él, ¿por qué no conmigo?”.
Eric no le daba importancia al estatus, la posición o la capacidad de Clayton.
Sin embargo, esa persona que era inferior a él en todos los sentidos le arrebató a su amada mujer.
Nicole se quedó en silencio un momento después de escucharlo.
Lo miró en silencio. El Eric Ferguson actual que tenía frente de ella era como una persona completamente diferente en comparación al Eric Ferguson que ella conocía antes del divorcio.
Su indiferencia y distanciamiento se había sentido como si él estuviera lejos de ella.
Sin embargo, ella no estaba acostumbrada a ello.
Al comparar las dos versiones de su personalidad, ella sentía que la impresión del Eric Ferguson del pasado se hacía más fuerte.
Entrecerró los ojos y lo miró.
“No hay ninguna razón. Estoy con él porque siento que somos muy adecuados el uno para el otro. Somos muy felices juntos. Eric, el pasado está en el pasado. No quiero mirar atrás”
Entonces, Nicole bajó la mirada y estaba a punto de pasar junto a él.
Eric la agarró del brazo. Su tono era frío.
“¿Está realmente en el pasado? ¿Se acabó todo para ti?”.
La miró. Su mirada se derrumbaba lentamente.
“Ya hice todo lo posible para compensarte. ¡Dime qué más puedo hacer! ¿Qué tengo que hacer para que me perdones? Sé que aún no has superado el pasado. No puedo retractarme de lo que hice, pero ya lo estoy compensando…”.
Los ojos de Nicole se enrojecieron inconscientemente.
No era porque estuviera conmovida.
Era porque recordaba a Wendy Quade.
En aquel entonces, cuando Nicole donó su sangre, parecía como si había agotado toda la pasión en su vida.
Incluso después del divorcio, cuando Eric trató de complacerla de todas las maneras posibles, era en vano.
Nicole solo sentía más lástima por ella misma.
“Eric, no necesitas hacer nada. Fue mi propia ilusión en el pasado, así que no necesitas compensar nada. Solo espero poder empezar de nuevo. Pase lo que pase, yo también te deseo felicidad”.
Estiró la espalda y miró a Logan, quien estaba sentado en el sofá de enfrente trabajando seriamente. Ella sonrió.
“Recoge tus cosas, Logan. Es hora de salir del trabajo”.
Logan hizo una pausa y se puso de pie con una sonrisa. “La llevaré de vuelta”.
Trabajar horas extras era algo habitual para él.
Por lo general, él terminaba su trabajo en casa, pero Nicole quería hacer horas extras en la oficina, así que tenía que acompañarla.
Nicole recogió su bolso. “No hace falta. Puedes irte a casa a descansar. Yo regresaré sola”.
Mientras decía eso, su teléfono sobre el escritorio sonó de repente.
Lo miró. Era un número desconocido.
Ella frunció el ceño.
Inconscientemente, no quería contestar.
Luego, pensó en ello. ¿Y si Clayton había cambiado su número de teléfono?
Ella contestó la llamada con indecisión.
Una voz familiar y exasperante se escuchó desde el otro lado. Era la voz de Keith Ludwig.
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