La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 171

“¿Satisfecho ya?”. Nicole miró a Eric y sin darse cuenta, vio el identificador de llamadas de su teléfono.

De repente, ella sintió como si se quedara sin aliento, como si hubiera recibido un fuerte golpe.

Un dolor denso le inundó el pecho.

Nicole se dio la vuelta inmediatamente, pisó el acelerador y se alejó sin esperar a que Eric respondiera.

Sentía un poco de ardor en los ojos y forzó una risa fría. ‘¿Así es como me nombró? ¿Esposa? Yo fui su esposa, pero ya no. Ya no me va ese título’.

Eric vio cómo el coche de Nicole se alejaba y miró el identificador de llamadas. ‘¿Esposa?’.

Aquellos recuerdos de antes de su divorcio parecían un sueño, y surgieron de golpe.

Eric sintió un dolor sordo en el pecho, como si una mano le apretaba sin piedad el corazón, hasta el punto de que su respiración se hizo un poco más pesada.

Él era el culpable de haber perdido a Nicole, quien solía amarlo mucho.

Ahora, él tenía que intentar recuperarla poco a poco. ¡Era simplemente una retribución!

De repente, su teléfono volvió a sonar.

Era una llamada de Ingrid. “Hermano, el Abuelo dijo que te apresures en volver…”.

“Entendido”.

Antes de que Ingrid pudiera terminar su frase, Eric colgó la llamada. Respiró hondo y se esforzó por desviar su atención, pero eso no lo hizo sentirse mejor.

Ingrid terminó la llamada de mala gana. Había tenido la intención de hacer las pases en Eric, pero él no le daba la oportunidad.

Eric había vendido sus acciones de Entretenimientos Géminis a Nicole, lo que la ayudó a convertirse en la verdadera accionista mayoritaria.

El Viejo Amo Ferguson se puso furioso cuando se enteró y se enojó tanto que casi cae enfermo.

Ingrid había sido regañada por su abuelo ya que ella no pudo disculparse con Nicole la última vez. Ahora que el objetivo de su abuelo había cambiado a Eric, Ingrid podía por fin respirar aliviada.

Una vez que el coche de Eric apareció en la Villa Ferguson, la baja y pesada presión del aire dentro de la casa se levantó ligeramente.

Tan pronto como Eric abrió la puerta, el mayordomo le dio inmediatamente la bienvenida. “Joven Amo, el Viejo Amo lo está esperando en el estudio”.

Eric asintió y subió las escaleras sin mostrar ninguna expresión.

Justo cuando llegó a la puerta, fue lanzado una taza de té. Eric la esquivó de lado con una mirada fría.