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En solo un mes, Keith pareció sentirse incómodo con la vida sin Livia, y aún más incómodo al ver a su esposa, quien había sido mimada en la familia Ludwig durante varios años, salir a trabajar para otra persona y actuar de forma servil.
Keith fue a pedir una reconciliación, y Livia aceptó a la tercera vez.
'Mira, aún le gusto'. Keith decidió entonces tratarla bien.
Sin embargo...
En este momento, los ojos de Livia eran fríos como la tundra.
Keith se quedó allí con la boca abierta, sin poder emitir ningún sonido.
Livia se acercó paso a paso y se detuvo a dos metros de distancia.
Había una sonrisa impersonal en su dulce rostro.
"Señor Ludwig, todas ellas son tus antiguas parejas. ¿Por qué no las invitaste a tu boda?".
Keith sentía un sabor astringente en la garganta. Se acercó a Livia con la mirada fija en ella y habló en un tono suplicante.
"Me equivoqué. Esposa, realmente me equivoqué. No fui un buen hombre en el pasado, pero seré bueno contigo en el futuro. ¡Solo seré bueno contigo!”.
Keith estaba dispuesto a hacerle todas las promesas y juramentos y vivir de acuerdo con ellos por el resto de su vida. También esperaba que la mujer que tenía delante no lo mirara con ojos tan fríos.
Él entró en pánico.
El público se quedó mirando la escena. Algo como esto que nunca se hubieran imaginado¿realmente estaba sucediendo en la vida real?
El frívolo y coqueto Joven Amo Ludwig, ¿había llegado a este punto?
Sin embargo, Livia no se inmutó. Su corazón era tan duro como el hierro mientras sonreía.
Luego, con un carácter digno, Livia miró a las mujeres y dijo con una voz suave: "Chicas, gracias. Haré que alguien las lleve a casa a salvo".
Las mujeres vestidas de novia dejaron por fin de desfilar y salieron corriendo del salón de banquetes.
El animado salón de banquetes quedó envuelto en un silencio sepulcral.
Sin embargo, se escucharon leves susurros en el aire.
Livia dio un paso adelante y pasó junto a Keith.
Ella le sonrió a los invitados "Todos, solo piensen en lo que acaba de suceder como un buen espectáculo. Sé por qué están todos aquí, pero el Señor Ludwig y yo no nos volveremos a casar".
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