La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 716

La atención de Nicole estaba enfocada en la situación que tenía enfrente. Esos rufianes también estaban bien preparados. Estaban luchando despiadadamente contra sus guardaespaldas, pero ninguno se atrevía a atacar a Nicole.

Por el rabillo del ojo, Nicole notó de repente que Hector Leach se había levantado con la intención de escabullirse.

Ella frunció las cejas y oprimió los labios. Hector era la clave para someter a esta gente, así que no podía dejarlo escapar.

Nicole estaba a punto de acercarse y arrastrarlo de vuelta, cuando de repente escuchó a Logan gritar con pánico: “¡Presidenta! ¡Tenga cuidado!”.

Ella se quedó perpleja, de repente sintió que un escalofrío le viajaba por la espalda. Inconscientemente se puso tensa y se dio cuenta de que alguien estaba a punto de atacarla por detrás.

También era demasiado tarde para esquivarlo. Era inevitable.

En ese momento, Hector se lanzó de repente hacia ella. Su cuerpo parecía incontrolable, lleno de sorpresa y miedo.

Su velocidad era mayor que la de la aturdida Nicole. Por consiguiente, él recibió el golpe de la persona que se acercó sigilosamente por detrás de ella.

Se escuchó un golpe sordo.

Al segundo siguiente, Hector gritó miserablemente mientras se cubría la cabeza y comenzaba a maldecir.

“¡¿Por qué c*ño me golpeaste?!”.

“Tú eres el que saltó sobre mí…”, dijo débilmente el atacante sigiloso.

“¡¿Quién se atreve a patearme?!”. Hector temblaba de rabia.

Nicole no se dio la vuelta. Cuando levantó la mirada, vio que Eric se acercaba con un grupo de personas de forma imponente.

La figura erguida de Eric iba vestida de negro. Parecía un demonio que descendía de las tinieblas, con unos ojos escarlata, sombríos y brutales. Parecía haber salido del infierno hacia otra situación infernal.

El viento era muy frío y les golpeaba el rostro.

Sin embargo, Eric no parecía sentir el frío en absoluto.

Llegó frente a Nicole. Sus ojos eran oscuros y profundos, conteniendo demasiadas emociones complicadas.

Lo que no se podía ocultar en sus ojos era la hostilidad que transmitía.

Eric estaba furioso porque Nicole se había puesto en peligro, pero le enfurecía aún más que alguien se atreviera a atacar a su amada.

Los rufianes de Hector simplemente no podían competir con estos guardaespaldas experimentados.

“Señor Ferguson, usted también quiere este proyecto, ¿verdad? Mientras pueda pagarlo, este proyecto es suyo. No puede perder una oportunidad tan buena por una mujer…”.

Hector entró en pánico. Cuando vio a Eric, se le puso la piel de gallina. Eric era demasiado aterrador. Nadie se atrevía a resistir el poder y la oscuridad de Eric.

Él estaba persuadiendo a Eric para que viera el panorama general.

Eric hizo caso omiso a las palabras de Hector. Lo único que le importaba era Nicole. Cuando vio que Nicole no tenía intención de responder, él extendió la mano y le quitó el bate de béisbol que tenía en las manos.

Su voz tenía una frialdad que penetraba hasta los huesos. Sin embargo, tenía una sonrisa amable y espuria.

“Esto no va contigo. Te daré algo más divertido”.

Inmediatamente después, Eric sacó una exquisita pistola de su cintura y se la entregó a Nicole.

Nicole quedó boquiabierta.