La Heredera Revelada: El Camino del Poder romance Capítulo 98

A Aurora no le gustaba mucho la sensación de que alguien estuviera controlando cada uno de sus movimientos.

—Ding dong—

El celular sonó, y Dante la miró.

Aurora supuso que era un mensaje de Verónica, ya que no tenía muchos contactos en su teléfono.

Normalmente, la persona con quien más se mensajeaba era Verónica, seguida de la familia Narváez, y luego Simón.

Pero desde hace un par de días, Dante había estado en contacto más frecuentemente que Simón y la familia Narváez, casi alcanzando a Verónica.

Sacó el celular y, efectivamente, era de Verónica.

[Vero: "Amiga, Joel regresó a Nueva Granada y fue directo a ver a algunas personas. Estoy investigando quiénes son."]

[Aurora: "Está bien, avísame si tienes noticias."]

Ambos se sentaron un rato en el jardín del hospital. Dante la invitó a almorzar, y como Aurora ya estaba algo cansada de estar tanto tiempo en el hospital, decidió aceptar para dar un paseo.

Después de almorzar, Aurora preguntó si Carolina había comido.

Carolina le envió un emoji de "ok".

Aurora guardó su celular y, desde la puerta trasera del hospital, le hizo señas a Dante, que estaba junto a la SUV:

—Voy a subir ahora, gracias por la invitación, señor Olivera.

Dante esbozó una ligera sonrisa.

—De nada.

Observando a Aurora entrar al elevador, Dante también se subió al carro.

Una vez que las puertas se cerraron, Marcelo, desde el asiento del conductor, se rascó la cabeza y preguntó:

—Señor Dante, usted y la señorita Lobos han estado pasando mucho tiempo juntos estos días, pero me parece que la señorita Lobos...

No parece muy interesada, pensó, aunque no se atrevió a decirlo en voz alta.

Cautelosamente, levantó la vista hacia el retrovisor y vio que Dante, con la mirada baja, parecía estar sumido en sus pensamientos.

Marcelo, siendo prudente, decidió callarse y arrancó el carro, alejándose del Hospital General Santa Clara.

Al regresar a la habitación del hospital, Aurora notó que Carolina no estaba.

Román estaba recostado en la cabecera de la cama y, al verla entrar, dejó escapar una leve sonrisa a pesar de sus labios secos.

—No te fuerces —dijo Román.

Aurora abrió la boca, sin estar segura de cómo responder.

Sin embargo, pudo deducir de las palabras de Román que él tampoco deseaba que se acercara demasiado a Dante, aunque no lo expresara tan directamente como Simón.

No dijo más, simplemente se acercó a la ventana y levantó la mirada hacia el cielo gris.

El clima en Puerto San Martín siempre era así, un momento soleado, al siguiente nublado, cambiaba tan rápido como una página de libro, dejando una sensación de opresión.

Sacó su celular y abrió el chat con Verónica, pensando en pedirle que investigara la relación entre la familia Lobos y la familia Olivera.

¿Por qué la familia Lobos no quería que se acercara a Dante y aun así había planeado un compromiso desde pequeños?

Justo cuando estaba escribiendo el mensaje, llegó uno de Verónica.

[Vero: "Amiga, parece que Joel fue a ver al viejo de la familia Gálvez. He averiguado que Ismael Gálvez no anda bien de salud y Joel probablemente quiera pelear por la herencia de la familia."]

Aurora, al leer el mensaje, se quedó pensativa.

¿Joel había regresado a Nueva Granada para luchar por la herencia?