La Otra Familia en Sus Publicaciones romance Capítulo 206

Elvira se acercó corriendo hasta Raúl, pero al ver cómo él rodeaba con el brazo a Noelia y la miraba con ese brillo embobado en los ojos, titubeó antes de seguir avanzando.

Sin más remedio, Elvira tomó la iniciativa y se presentó.

—Sr. Ibáñez, soy amiga de Amelia. Ella me invitó a venir a la fiesta.

En ese momento, una mujer alta, con un porte que llamaba la atención de todos, se acercó sin perder la compostura.

—Papá, Elvira es mi amiga, yo la invité.

Era Amelia Ibáñez.

La hija favorita, aunque fuera ilegítima, del Sr. Ibáñez.

Gracias a su atractivo físico y ese aire tan particular, se había hecho un nombre en el mundo del espectáculo.

Uriel, con una sonrisa venenosa, soltó:

—Señorita Amelia, aunque no logres encajar en el grupo de las niñas bien de la familia, ¿tampoco hace falta rebajarte tanto y hacerte amiga de una simple influencer, no?

Con esa sola frase, Uriel pisoteó a dos a la vez.

Por un lado, le recordó a todos que Amelia era hija fuera del matrimonio.

Por otro, dejó claro que Elvira no era más que una influencer sin peso alguno.

Elvira, consciente de su posición, tragó saliva y se quedó callada.

Pero Amelia no se dejó intimidar.

—Aquí todos somos iguales, cada quien se gana la vida como puede, ¿por qué te crees superior, Uriel?

Uriel no perdió la oportunidad de fastidiarla:

—Porque yo sí tengo el apellido de mi papá.

Esa frase fue como una daga directa al pecho de Amelia.

Ella se preparaba para responderle, pero el Sr. Ibáñez la detuvo de inmediato.

—Llévate a tu amiga. No quiero verlas aquí.

Amelia, furiosa, se dio la vuelta y se marchó sin mirar atrás.

Elvira, al ver la escena, apenas si levantó la cabeza y se apresuró a seguirla, sintiéndose derrotada.

Había trabajado tanto para poder codearse con la gente de ese círculo, pero la fiesta ni siquiera había empezado y ya la habían echado.

Venía de una familia común y corriente.

Aunque la familia de Noelia también había caído en bancarrota, no estaba mucho mejor que Elvira.

Para colmo, Elvira se sustentaba sola, sin pedirle un solo peso a Raúl.

En cambio, toda la familia Barrios vivía a costa de Raúl, como si le chuparan hasta el alma.

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