La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 38

El semblante de Joaquín se tornó sombrío al instante. Habló en voz baja, como si no quisiera molestar a la abuela de Petra.

—¿No puedo venir?

Petra lo miró, notando su actitud cautelosa, y soltó una risa despectiva.

Joaquín, con el ceño fruncido, fue directo al grano, su tono rebosaba impaciencia.

—Remodelaste la casa y ni siquiera me avisaste. Ya casi es nuestra boda. Cuando lleguen los familiares, ¿dónde se van a quedar?

Ese día, Joaquín había pasado por la casa. Al ver a los trabajadores, preguntó y se enteró de que la dueña había ordenado renovar todo.

Petra, al ver que él aún no se daba cuenta de que ya había vendido la propiedad, respiró aliviada.

—Pues en hotel, ¿no? En Santa Lucía de los Altos hay un montón de hoteles. ¿O crees que no van a alcanzar?

Respondió como si fuera lo más lógico del mundo, sin darle importancia.

Joaquín se quedó callado a un lado, clavando la mirada en ella, las cejas apretadas, con un aire de impaciencia que se le notaba en los ojos.

Petra sabía que esa era su clásica señal de que estaba por explotar, pero esta vez ella no pensaba ceder por sus emociones.

—La casa está a mi nombre. Es mi propiedad. Cómo la maneje no te incumbe, no tienes por qué meterte.

La voz de Joaquín sonó cortante, como si cada palabra trajera consigo pedazos de hielo.

—Ya casi nos casamos. ¿Ni siquiera tengo derecho a enterarme de cómo arreglas la casa donde vamos a vivir?

—¿Desde cuándo una pareja decente se casa y la casa es sólo de la mujer? —contestó Petra, con una media sonrisa.

Joaquín la miró fijamente, sin parpadear.

—Petra, ¿te has visto cómo te comportas? Si tanto te importaba, habérmelo dicho antes. Yo puedo comprar otra casa para los dos, no es como si me faltara el dinero. Pero que te pongas a remodelar a última hora, ¿no ves que me dejas en ridículo?

Petra lo miró divertida.

—Joaquín, tú eres el que lleva meses sin aparecer por aquí, ¿verdad? Por eso ni te percataste de que la remodelación ya empezó desde hace tiempo. Eso no es culpa mía.

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