La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 408

Benjamín permaneció en su habitación por media hora antes de animarse a ir al cuarto de Petra.

Al llegar a la puerta, dudó un instante antes de girar la perilla.

Siempre había sido de los que no le temen a nada, pero, en ese momento, un nerviosismo extraño le apretaba el pecho.

Frunció el entrecejo, entrecerró los ojos unos segundos y, finalmente, empujó la puerta del cuarto de Petra.

La puerta se abrió.

Benjamín asomó la cabeza y vio a Petra dormida boca abajo sobre la cama.

Su respiración era irregular y, de vez en cuando, se le escapaba un sollozo.

Benjamín arrugó la frente. Solo después de asegurarse de que Petra estaba completamente dormida, entró en la habitación y se inclinó para acomodarla mejor en la cama.

Ella casi no hacía ejercicio; si dormía toda la noche en esa posición, seguro que al día siguiente no solo le dolería el cuello, sino que le dolería todo el cuerpo.

Petra era tan ligera que Benjamín pudo cargarla usando solo una mano, sin esfuerzo alguno, como si levantara una almohada.

La acomodó en sus brazos, levantó la sábana con una mano y la cubrió con delicadeza, asegurándose de que quedara bien arropada. Después, ajustó el aire acondicionado a una temperatura agradable.

Cuando todo estuvo en orden, Benjamín se quedó junto a la cama, observándola en silencio.

Entonces escuchó que ella murmuraba algo en sueños. Su voz era suave, casi un suspiro, como si estuviera platicando con alguien.

—Benjamín...

Petra pronunciaba su nombre, la voz cargada de una dulzura y una confianza que rara vez usaba con él.

Benjamín arqueó una ceja y se le dibujó una sonrisa en los labios; sintió que, en ese instante, Petra era mil veces más adorable que de costumbre.

En el día a día, ella casi nunca lo llamaba así.

Si lo hacía, era porque necesitaba ayuda o se había quedado sin opciones y buscaba congraciarse con él.

Ese tono mimado, tan cariñoso, era imposible de escuchar cuando estaba despierta.

El gesto divertido de Benjamín no duró mucho, porque en ese momento, la voz de Petra en sueños cambió a un tono serio y firme.