La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 432

Esto no estaba bien.

Rebeca se apellidaba Pineda.

Si en verdad ella decidía apostarlo todo y arriesgarse, la familia Calvo no solo tendría que enfrentarse a los Hurtado, sino también a los Pineda.

La situación actual de la familia Calvo no soportaría una presión así.

Petra inhaló profundo, se levantó del sofá y quiso empezar a recoger los pedazos de vidrio esparcidos por el suelo.

Apenas estiró la mano, uno de los fragmentos filosos se le clavó en el dedo.

Un hilo de sangre roja brotó de la yema.

Justo en ese momento, comenzó a sonar el celular de Benjamín.

Petra se quedó mirando la pantalla parpadeante, con la mente en blanco durante varios segundos.

A pesar de que la noche anterior había estado esperando esa llamada con ansias, en ese instante una extraña inquietud se le apoderó del pecho.

Mordió el labio con fuerza y, justo antes de que terminara el último timbrazo, contestó.

—Señor Benjamín.

Intentó calmarse y usar el mismo tono de siempre, para que no se notara ningún cambio en su voz.

La voz de Benjamín sonaba profunda, con un dejo de cansancio.

—La sucursal del Estado de Chavín tuvo algunos problemas. Apenas ahora tuve un momento para revisar el celular.

Petra solo murmuró un “ajá”, y al otro lado de la línea cayó un silencio pesado.

Fue hasta entonces que se dio cuenta de que su respuesta había sido demasiado seca, así que añadió una pregunta.

—¿Está complicado?

Por fin, él volvió a hablar.

—Un poco. Baltasar resultó herido, sigue internado en terapia intensiva y no ha despertado.

Petra percibió que su tono tenía algo de desahogo, como si necesitara contarle lo que pasaba. Se mordió la comisura de los labios y guardó silencio.

Benjamín continuó.

—Vi tu mensaje. Ricardo puede encargarse de todo lo que falta. Si quieres regresar a San Miguel Antiguo, puedes hacerlo cuando quieras.

Petra contuvo el malestar que sentía en el fondo de su corazón y preguntó en voz baja:

—Quiero regresar hoy mismo. Entonces… nuestra promesa de marzo, ¿empieza a contar desde hoy?

Benjamín soltó un “ajá”, esta vez con una evidente molestia en la voz.