—Buena elección, le queda muy bien a mi tía.
Petra frunció los labios y respondió con una sonrisa.
—En realidad, la eligió esta señorita.
Josefina, al oírlo, agitó las manos rápidamente.
—No fui exactamente yo. Las dos nos fijamos en la misma pieza al mismo tiempo, pero tú la viste primero y me la cediste. Qué coincidencia que ambas la estuviéramos eligiendo para mi mamá.
Dicho esto, extendió la mano hacia Petra con una expresión amable.
—Hola, soy Josefina.
Al oír el nombre de Josefina, los dedos de Petra se tensaron por un instante, pero luego, con una sonrisa, estrechó su mano.
—Hola, soy Petra. Un gusto conocerte, señorita Rebeca.
Josefina sonrió con dulzura.
—El gusto es mío.
Dicho esto, retiró la mano y tomó a Frida del brazo.
Benjamín, con una sonrisa, le dijo a Josefina:
—Elige otro conjunto para tu madre. Este lo consideramos como nuestro regalo.
Mientras hablaba, le entregó su tarjeta de crédito a la vendedora.
Petra, al ver esto, sacó rápidamente su propia tarjeta, se la dio a la vendedora y detuvo la mano de Benjamín.
—Yo pago.
Benjamín arqueó una ceja y, al ver la insistencia en los ojos de Petra, no tuvo más remedio que retirar su tarjeta.
Frida, al presenciar la escena, dijo con calma:
—No tienen que discutir, da igual qué tarjeta usen.
Dicho esto, se dio la vuelta y se sentó en un sofá.
La vendedora se apresuró a servirle una infusión.
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Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Traición en Vísperas de la Boda
Me gustaría saber cuántos capítulos faltan y cuando los publicará...