La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 605

Germán tomó la taza de té que estaba sobre la mesa. Justo cuando iba a beber, el segundo de sus hermanos lo interpeló de repente. Suspiró con resignación y volvió a dejar la taza en su sitio.

—Hermano, tienes razón.

—El matrimonio es un asunto serio, no se puede tomar a la ligera. Pero ahora que ya están casados, dime, ¿qué propones que hagamos?

Con una expresión severa, Yago miró a Petra.

—Aprovechando que la noticia del matrimonio aún no se ha hecho pública, que se divorcien —dijo con voz autoritaria—. Y que se le elija a Benjamín una nueva esposa, una dama de una familia que esté a la altura de su estatus.

Germán no respondió de inmediato. En su lugar, recorrió la sala con la mirada.

—¿Todos ustedes piensan lo mismo? —preguntó en voz baja.

La mayoría de los presentes ya estaban alejados del centro de poder del Grupo Hurtado y no querían enemistarse con Benjamín.

Así que, ante la pregunta de Germán, todos guardaron silencio.

Yago observó la actitud de los demás.

—¿De qué tienen miedo? —dijo con voz grave.

Yago tenía dos nietos que prosperaban en otros sectores.

Respetaba a Germán, por lo que a lo largo de los años no había sido conflictivo ni ambicioso, aunque siempre tenía algo que decir.

Ahora, al ver que Benjamín desobedecía las órdenes de los mayores, sintió que su autoridad estaba siendo amenazada y, naturalmente, tenía que reaccionar.

—Todos ustedes tienen, en mayor o menor medida, acciones del Grupo Hurtado. Hoy estamos aquí por el futuro del Grupo y de la familia. Si todos se quedan callados y permiten que Benjamín haga lo que le plazca, ¿creen que sus descendientes podrán vivir en paz?

Las palabras de Yago sembraron la duda en los que antes guardaban silencio.

Benjamín se puso de pie.

—Estimados mayores, como habrán notado, yo, Benjamín, no soy un incompetente. Jamás jugaría con el futuro del Grupo Hurtado —dijo con calma.

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