La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 613

Benjamín le apretó la mano, la miró de reojo y dijo con voz grave:

—No vuelvas a hacer una estupidez así. Solo consigues estropear mi estrategia.

Al oírlo, Petra frunció los labios.

—Pero al principio, ¿no eras tú el que quería hacerlo público para desviar la atención? —murmuró en voz baja.

Justo cuando hablaba, Agustín los llamó desde la mesa del comedor, así que Benjamín no la escuchó.

Benjamín la llevó de la mano y se sentó, como era natural, junto a Agustín.

Todos los miembros de la familia Hurtado se dirigieron al comedor, dejando el enorme salón vacío, a excepción de Paulo, Rafael y Tamara.

Paulo estaba muy descontento con la impulsividad de Rafael.

—Te advertí que no hablaras a la ligera al volver a la familia Hurtado. ¿Acaso tienes derecho a opinar aquí?

En la familia Hurtado, todos eran astutos; el más mínimo movimiento les hacía pensar en sus propios intereses.

—¡Idiota, quieres sacarme de quicio!

Apenas terminaron de salir las palabras de reprimenda de Paulo, la voz de Rebeca resonó en la entrada del salón.

—¿Quién es un idiota?

Le entregó el bolso que llevaba a una sirvienta, tomó la toalla que esta le ofrecía para secarse las manos y entró en la casa.

Al ver que era Paulo quien regañaba a Rafael, arqueó una ceja.

—¿Por qué tienes tan mala cara, padre? —preguntó.

Paulo soltó un bufido y no le respondió.

Rebeca, que nunca había tenido una relación cercana con Paulo, no se sintió decepcionada por su indiferencia. Simplemente esbozó una sonrisa y se dirigió al comedor.

Al entrar, vio a Petra sentada junto a Benjamín y un destello de sorpresa cruzó por sus ojos, pero rápidamente lo reprimió. Se acercó al asiento principal y rodeó a Germán con los brazos.

—Abuelo, ¿me has extrañado últimamente?

Germán le acarició el pelo con una sonrisa.

—Claro que sí, niña. Y tú ni siquiera te tomas el tiempo de venir a verme.

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