La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 615

Durante todos estos años, la disposición de la familia Hurtado no había cambiado mucho.

Tamara había visitado la mansión innumerables veces, siempre como la secretaria de Paulo.

Esta vez, pensó que su estatus cambiaría, pero no esperaba que la familia Pineda interviniera para impedirlo.

Tamara respiró hondo y apretó los puños. Fuera como fuera, iba a conseguir que Rafael fuera reconocido.

Recogió los cubiertos del suelo y se dirigió a la cocina.

En ese momento, Rafael la detuvo.

—Mamá…

¿Acaso no se daba cuenta de que todos los presentes la estaban humillando?

Especialmente Rebeca, que claramente la estaba obligando a hacer el trabajo de una sirvienta.

Tamara frunció el ceño, negó con la cabeza y entró en la cocina. Al poco rato, salió con un juego de cubiertos nuevos, se acercó a Rebeca y se los entregó.

—Rebeca, los cubiertos.

Rebeca la miró de reojo, tomó los cubiertos y, con una leve sonrisa, dijo:

—Gracias, señora Tamara.

—Si algún día te jubilas del puesto con mi padre y quieres seguir trabajando, ¿por qué no consideras venir a la mansión?

—Siempre has deseado vivir en la casa de los Hurtado, ¿no? Entrar de otra manera también sería cumplir tu sueño.

El rostro de Tamara se puso pálido como el papel. A pesar de la humillación deliberada de Rebeca, tuvo que mantener una apariencia digna. Con una leve sonrisa, respondió en voz baja:

—Gracias por la sugerencia, Rebeca. Lo consideraré seriamente.

Rebeca soltó una risita, apartó la vista de Tamara y miró a Paulo, que estaba sentado frente a ella.

Paulo la miraba con advertencia, como si la reprendiera por humillar a Tamara tan abiertamente.

Rebeca, que había crecido en la familia Pineda, no sentía el más mínimo respeto por su padre; solo un profundo desprecio.

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